Esta semana he repasado el blog y me doy cuenta que tanto se pueden defender todas las ideas que he vertido como sus contrarias. Eso es lo que ocurre cuando alguien te da un consejo, que, en la misma situación, podrían darte el consejo completamente opuesto y también sería aceptable. "Si tienes un sueño, una pasión, lucha por ello", pero también es aceptable que te digan "relativiza las cosas, no te compares".
"Viaja y ábrete la mente" es un buen consejo pero también sería aceptable que alguien te aconsejara "no ambiciones nada, rodeáte de los tuyos que es lo importante, la familia". "Si dudas en hacer una cosa, lánzate a hacerla", sí claro pero "el fin, no justifica los medios" o "ten en cuenta a los demás y sus preocupaciones". Siempre andamos en la cuerda floja, nunca estamos ciertos de nada, la experiencia es lo que se tiene cuando ya no se necesita, ¿quién está preparado?.
"Man on wire" cuenta la historia de Philippe Petit, un hombre que tenía un sueño y no paró hasta conseguirlo. Es una excelente película que me sugiere que nada es perfecto, ni siquiera conseguir los sueños que uno tiene. De ahí que cualquier tipo de consejo sea aceptable. Ahora bien, habiendo dicho esto, creo que es importante tener proyectos por los que luchar, metas a las que llegar y sueños que cumplir, y que todo ello es más importante que el hehco en sí de conseguir lo que nos propongamos, es decir, que es independiente del resultado que obtengamos, ya sea exitoso o errado. Es más, suele ocurrir que el éxito nos deja vacíos pero la lucha no.
"Parecía que íbamos a morir pero íbamos a vivir". "Había una señal para indicar que estábamos preparados pero no para indicar que no lo estábamos". "Si moría, que muerte tan hermosa, morir en el ejercicio de tu pasión". Todas ellas son ideas de "Man on wire". Siempre andamos en la cuerda floja, todos somos funambulistas. "Man on wire".