domingo, 9 de enero de 2011

Manteles de Papel

Casa Hernández nunca tuvo grandes pretensiones. Sirvo menús a 8,50 euros y la crisis me está golpeando duro. Con el negocio se mantienen dos familias, la de Bernardo y la mía propia, yo soy Tomás. Bernardo en la barra y yo sirviendo comidas, nuestras mujeres en la cocina.

Trabajamos de domingo a viernes, solo cerramos los sábados. Servimos comidas a familias, obreros y gente del barrio. Jubilados solos o sin ganas de cocinar, amigos que se toman el aperitivo, padres con hijos o mujeres con mayores a su cuidado, todos son clientes nuestros. También sirvo comidas a domicilio. Casa Hernández nunca tuvo grandes pretensiones.

El local, modesto, apenas da para siete mesas, algunas de ellas grandes, eso sí. El trato al público es realmente difícil y más a la hora de comer pero he logrado hacer de mi trabajo un arte. Aplico una combinación de humor y alegría. Recito como nadie los platos de mi reducida carta. "Las judías verdes de Vélez Málaga, el filete de nuestras propias reses de Ávila, los callos nos caracterizan, los huevos de corral que combinan bien con chorizo o morcilla, díganme ustedes lo que quieren...". A esos otros clientes que están impacientes por ser atendidos les digo: "No están en el abandono, !no lo están¡".

Bernardo desde la barra sirviendo productos altamente caloríficos, caloríficos por lo caliente, cafés, tés, infusiones... y bebidas. Casa Hernández nunca tuvo grandes pretensiones pero cada tarde busco el triunfo aunque subsista con el negocio y nunca me den una estrella Michelín. Gracias a todos mis clientes.

domingo, 2 de enero de 2011

FELIZ 2011 y ríanse.

Si acudieran a mi primera entrada, verían que el objetivo de este blog era reírse. Si repasaran el blog verán que de reírse poco. Cuando me lanzo a escribir, solo me surgen reflexiones sobre experiencias, creencias, fracasos y otros triunfos. Me sale todo en serio y poco de coña.  Del paso del tiempo a dar nuevos pasos, de cartas a hijos a contradicciones de genios, de éxitos accidentales a errotas explicadas, Así las cosas, he decidido que, en el faro del fin del mundo, el 2011 debemos empezarlo de la mejor forma posible, es decir, riendo.

Siempre ha habido muy buenos cómicos. Desde las películas de Berlanga a Tip y Coll, los geniales Martes y Trece, los chavales de Muchachada Nui, Gila, el absurdo en las obras de teatro de Miguel Mihura, Les Luthiers, innumerables comedias del cine son escasos ejemplos de esa sana costumbre que es reírse de uno mismo. Este primer post de 2011 es muy sencillito y no va de sesudas reflexiones ni conclusiones lúgubres. Este año, en realidad, todos los años, toca reír. 

José Mota es un artista completísimo. Además de cantar, bailar, imitar, ser un gran cinéfilo, tiene una mirada muy inteligente sobre políticos y personas, que no es lo mismo por cierto., una cosa son los políticos y otra las personas... les dejo con su especial de Nochevieja de este 2010-2011. Disfruten.