domingo, 14 de agosto de 2011

Escobas en Londres.

Llevo 3 años viviendo en Londres. Cada día me sorprende y me gusta más esta maravilllosa ciudad a pesar de los episodios de brutal violencia que hemos visto esta semana. He leído muchos artículos al respecto. De enviados especiales que apenas conocen Londres, de diplomáticos jubilados que simplemente dan su visión personal de las cosas, de corresponsales que aún viviendo aqui y conociendo Londres hablan de "revoltosos" y de "protestas"... no pretendo criticar a nadie pero son todas explicaciones cortas, opiniones personales o intencionadas y todas explican la realidad parcialmente. 

Las causas dicen ser el descontento social, la falta de oportunidades, la convicción de que no hay nada que perder, ni siquiera el futuro. Hablan también de recortes presupuestarios, de crisis de valores, del fracaso educativo, de violencia gratuita, de un excesivo Estado del binenestar... Puedes vivir en Londres y no darte cuenta de las revueltas que ha habido. Si vives en ciertos barrios de la ciudad, en lugar de policías y escaparates blindados, solo verás ferraris, austin martin, joyerías y pubs. A no más de 10 minutos en coche o incluso andando, verás en cambio barrios muy distintos, más sucios, con las casas sin arreglar y con mucha policía. 

El London Evening Standard (el equivalente al periódico "20 minutos" en España) lanzó hace unos meses una campaña benéfica para los denominados "Dispossessed", donde nos daba un dato impactante. En la capital más rica de Europa, la mitad de los niños vivían por debajo del umbral de la pobreza. Hay muchos Londres, pero se dividen en dos, el rico y el pobre. Hay un Londres caribeño, otro bangladesí, el indio, Chelsea, Wimbledon... En Tower Hills, en la City londinense, en medio del lujo y la riqueza surge un barrio con uno de los PIB´s per cápita más bajos de Europa, una de las zonas de mayor desigualdad social dentro de Europa. En Primrose Hill, al norte de la ciudad, un barrio idílico, se oponen a que se les ponga una estación de metro, no vaya a ser que vaya la gente...

Con todo, no trato de disculpar a quienes han asaltado e incendiado locales y agredido, o incluso matado a personas. Hay pillaje por pillaje, porque la tele de plasma está ahí y es gratis llevársela. Hay estudiantes de universidades, modelos, profesores, personas con buenas nóminas también entre los detenidos. Desde la Grecia clásica, vivimos en una permanente crisis de valores, hay hombres que son lobos para los otros hombres, ya sea en Brixton, en Roma o en Singapur. Sin embargo, estos días en Londres la gente salía a limpiar sus comunidades, armados de escobas y siendo un ejemplo para todo el mundo. Los lobos no están solos, también hay personas.

Muchas son las causas que han llevado a esta situación. Aparte de la clara línea que distingue a un Londres multimillonario de otro paupérrimo, podemos hablar de padres que no se hacen cargo de sus hijos, de los efectos de un Estado del bienestar excesivamente protector que proporciona casa y ayudas económicas y ahonda en esta división entre ricos y pobres. Otros en cambio buscan las causas en los recortes sociales que hubo en los 80, con Margaret Thatcher. La situación es muy compleja, hay infinitas causas más.  Por ello, la solución también pasa por ser compleja y variada. No quiero hacer el post más largo, ya lo es, sigo sin aclararles nada, cometo el mismo error que otros cronistas. De todo lo leído esta semana, les recomiendo el siguiente artículo, es el que más luz me aportó:

domingo, 7 de agosto de 2011

Nietzsche también fue un perdedor.

"¿Qué fue de todos nosotros?". Así se titula un artículo de Javier Cercas en el que nos viene a decir que la vida nos ha atropellado. Al hilo de la serie ¿Qué fue de Jorge Sanz?, nos viene a decir que envejecer y morir es el único argumento de nuestra historia. Que si bien pensábamos que íbamos a comernos el mundo, ha sido más bien al contrario, éste se nos ha llevado por delante.

Viene a decirnos lo siguiente:

"Igual que Jorge Sanz,  también nosotros íbamos a comernos el mundo, y aquí nos tienen: filósofos que íban a ser Nietzsche convertidos en petardistas profesionales, (...) periodistas prometedores convertidos en canallas, críticos literarios valiosos entregados a la chismografía y la maledicencia".

Lo que ignora Cercas es que el propio Nietzsche fue un perdedor. Problamente él trataba de imitar a su inspiración. Ya fuera Platón o Descartes, nunca llegó a imitarles. Según sus propias consideraciones, llegó a los 30 y nunca pudo escribir una obra que se pareciera a las de Kant. Somos implacables con nosotros mismos y ello nos condena a llegar a los 40 con un desencanto que no está justificado. Modigliani no fue feliz, tampoco Van Gogh, Picasso sí encontró el éxito pero era insoportable. 

Goya no pudo convivir con su genialidad y Beethoven era sordo, sí sí un músico de gran éxito pero sordo como una tapìa. No hay perfección, sólo desencanto y comparaciones, expectativas irrealizables y sueños frustados. Si tienes hijos altos y sanos, suspenderán en el colegio por vagos, si son feos  tiene granos igual son unos magníficos estudiantes... frustados por compararse con los guapos. Nietzsche aún espera escribir una obra maestra.

Nos cuesta mucho llegar adonde hemos llegado y, en lugar de valorarlo, nos tiramos piedras a nosotros mismos. Mis querido monos del Senegal, no hay situación perfecta, no la busquen, no la hallarán. Relajense, si les tocó tener éxito, no se acomoden ni se desesperen por quedarse sin objetivos y si aún no les llegó el triunfo, bendita su suerte por seguir en la lucha para conseguirlo, aunque nunca lo lograrán completamente, somos eternos insatisfechos y si no que le pregunten a Nietzsche.