Esta semana recibí un correo electrónico en el que me mostraban diversos anuncios publicitarios de Ameriquest, una compañía norteamericana de créditos hipotecarios. En ellos, se reflejaban diversas situaciones de la vida cotidiana que, tras complicarse tontamente, daban lugar a enredos de dudosa explicación. El lema "No juzgues rápido, nosotros no lo haremos" me da que pensar que somos muy aficionados a juzgarnos rápidamente sin entrar a valorar el por qué actuamos de una determinada manera.
Cuando nos logramos colocar en el papel del otro, logramos entender sus motivaciones, actuaciones e intenciones y muy pocas veces las personas escapamos a las reglas de la lógica, las reglas de, al menos, una lógica personal resultado de la enseñanza recibida, la personalidad formada a lo largo de los años y las circunstancias que nos acontecen en cada momento. No juzguéis mis queridos monos sin saber el por qué. Cuando así lo hagáis, generalmente en la mayoría de los casos no llegaréis a juzgar, sino que entenderéis lo que antes no alcanzábais a comprender y, si aún y con todo eso, la realidad ante las que estéis es merecedora de un juicio, éste que sea benévolo. Os dejo con tres de los anuncios de esta campaña publicitaria.
Cuando nos logramos colocar en el papel del otro, logramos entender sus motivaciones, actuaciones e intenciones y muy pocas veces las personas escapamos a las reglas de la lógica, las reglas de, al menos, una lógica personal resultado de la enseñanza recibida, la personalidad formada a lo largo de los años y las circunstancias que nos acontecen en cada momento. No juzguéis mis queridos monos sin saber el por qué. Cuando así lo hagáis, generalmente en la mayoría de los casos no llegaréis a juzgar, sino que entenderéis lo que antes no alcanzábais a comprender y, si aún y con todo eso, la realidad ante las que estéis es merecedora de un juicio, éste que sea benévolo. Os dejo con tres de los anuncios de esta campaña publicitaria.
1 comentario:
Como dijo un ex presidente de las Cortes Españolas, "manda güevos" que ahora presuman los yankees de mirar muy sesudamente las hipotecas que conceden, después de haber hundido los mercados financieros de productos estructurados con sus hipotecas basura (o suboprime).
Me explico, ¿no?
(perdona Pedro, es que hoy estoy en humor comentatario). Otro abrazo,
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