El pasado 10 de septiembre se inauguró el mayor acelerador de partículas del mundo, el gran colisionador de hadrones (LHC en sus siglas en inglés). La obra que ha tardado más de dos décadas y ha costado más de 6000 millones de euros pretende la explicación de todo, incluso el hallazgo de la partícula de dios, el bosón de Higgs, lo que no tengo ni idea qué significa.
El experimento, consistente en recrear el big ban a pequeña escala, la explosión que lo originó todo, supone el trabajo de más de 10.000 científicos y el esfuerzo conjunto de unos cuantos países. La noticia originó gran revuelo en su día porque este viaje a lo desconocido implicaba una pequeñísima posibilidad de producir un agujero negro, es decir, la posibilidad de que nosotros mismos creáramos el fin del mundo.
Meses después, y aún habiéndose interrumpido su funcionamiento por una avería, nos hemos olvidado de tal posibilidad y seguimos con nuestra vida diaria, acostumbrados incluso al fin del mundo. Sin embargo, lo que más me llamó la atención fue una foto que mostraron en un programa de televisión de humor y en la que aparecía el acelerador de partículas y un extintor de emergencia en la pared (véase fotografía de abajo en la pared de la derecha), como si en el caso de que se produjera el fin del mundo lo pudiéramos apagar con un extintor. Me pareció tremendamente optimista.
A menudo consideramos que lo probado científicamente tiene un valor absoluto, es fiable al 100% pero la ciencia, como es humana, es errada, aproximada. Una teoría que se creía verdadera es superada por la siguente que la completa o la supera. Cuando se creía que el hombre desciende del mono se descubre que los monos a su vez descienden de microorganismos que se adaptaron a condiciones imposibles para la vida y éstos a su vez de una explosión y la explosión veremos de dónde sale ahora y eso a su vez de.... y así sucesivamente. Nunca llegamos al fin, siempre hay un paso más y eso hace que lo que se había demostrado o se creía cierto sea superado por otra fase nueva del conocimiento y así será siempre.
Eso ha de hacernos ser optimistas, la tarea que tenemos es inmensa e inacabable, nos queda todo un universo por conocer, del que no sabemos ni un 1% y ahí seguimos, empeñados en conocerlo todo. Si ante el fin del mundo estamos armados con un extintor ante el universo estamos armados con nuestra curiosidad. Despreocupados y curiosos, la combinación perfecta para crecer y conocerlo todo, y, por lo demás, no teman, si al final llegamos al fin del mundo, habrá al menos un extintor que nos defenderá.
El experimento, consistente en recrear el big ban a pequeña escala, la explosión que lo originó todo, supone el trabajo de más de 10.000 científicos y el esfuerzo conjunto de unos cuantos países. La noticia originó gran revuelo en su día porque este viaje a lo desconocido implicaba una pequeñísima posibilidad de producir un agujero negro, es decir, la posibilidad de que nosotros mismos creáramos el fin del mundo.
Meses después, y aún habiéndose interrumpido su funcionamiento por una avería, nos hemos olvidado de tal posibilidad y seguimos con nuestra vida diaria, acostumbrados incluso al fin del mundo. Sin embargo, lo que más me llamó la atención fue una foto que mostraron en un programa de televisión de humor y en la que aparecía el acelerador de partículas y un extintor de emergencia en la pared (véase fotografía de abajo en la pared de la derecha), como si en el caso de que se produjera el fin del mundo lo pudiéramos apagar con un extintor. Me pareció tremendamente optimista.
A menudo consideramos que lo probado científicamente tiene un valor absoluto, es fiable al 100% pero la ciencia, como es humana, es errada, aproximada. Una teoría que se creía verdadera es superada por la siguente que la completa o la supera. Cuando se creía que el hombre desciende del mono se descubre que los monos a su vez descienden de microorganismos que se adaptaron a condiciones imposibles para la vida y éstos a su vez de una explosión y la explosión veremos de dónde sale ahora y eso a su vez de.... y así sucesivamente. Nunca llegamos al fin, siempre hay un paso más y eso hace que lo que se había demostrado o se creía cierto sea superado por otra fase nueva del conocimiento y así será siempre.
Eso ha de hacernos ser optimistas, la tarea que tenemos es inmensa e inacabable, nos queda todo un universo por conocer, del que no sabemos ni un 1% y ahí seguimos, empeñados en conocerlo todo. Si ante el fin del mundo estamos armados con un extintor ante el universo estamos armados con nuestra curiosidad. Despreocupados y curiosos, la combinación perfecta para crecer y conocerlo todo, y, por lo demás, no teman, si al final llegamos al fin del mundo, habrá al menos un extintor que nos defenderá.
4 comentarios:
Lo decía el científico John Maddox decía: «Cada descubrimiento científico, al mejorar nuestros conocimientos actuales, también agranda las fronteras de nuestra ignorancia».
En definitiva, la importancia de la humildad ("La vida -decía Álvarez de Mon- enseña sobre todo humildad").
abrazo.
Ambas ideas te las he escuchado varias veces y me encantan. Gracias por participar y por votar¡¡, un abrazo.
el boson de higgs es la unica particula predicha por el Modelo Estandar que todavia no ha sido verificada experimentalmente. Supondria una confirmacion (otra mas) de la validez del Modelo Estandar. un saludo!
Kike un placer haberte conocido y qué buena anécdota la de Chelsea¡, gracias por la explicación, con ella me surgen nuevas dudas como le ocurre a la ciencia¡, un abrazo
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