domingo, 25 de julio de 2010

Quéjese, esto es una mierda...

¿Por qué tenemos que trabajar?. ¿Por qué tenemos que hacer cientos de cosas que no nos apetecen?. ¿Son sus hijos unos bordes?. Quéjese hombre, ya está bien. ¿Se perdió la final de fútbol por tener que llevar a un familiar a urgencias?. ¿Su compañera de trabajo es una cara que se escaquea y le cargan con todo el trabajo?. ¿Su jefe no se da cuenta?. ¿Le es infiel su mujer?. ¿Es su marido un cerdo insensible que no la lleva a cenar?. Basta ya mujer, quéjese, esto no es cómo nos contaron. Ya está bien de literatura barata de autoayuda.

Es usted bizco, no lo acepte, no se quede conforme, es bizco y su vida es peor por ello, lo siento, se reirán de usted diciendo que mira a Almería y a La Coruña a la vez, la gente no le va a ayudar. Quéjese, su trabajo es rutinario, su jefe tiene hemorroides y lo paga con usted, está en el hospital y comparte habitación con alguien que tiene 20 familiares a la vez gritando en la misma habitación, qué bien, piense en positivo, no sé cómo pero dicen que lo hagan, que así generará una ola de energía positiva, que no hombre que no, quéjese, al menos se desahogará. 

La bolsa ha bajado, se acabaron las galletas que tanto le gustan en el supermercado, tiene cáncer, quéjese, el único consuelo es que esto puede ir a peor, no se aguante, quéjese. Nadie le va a hacer más caso porque se queje, pero al menos usted pensará que menuda injusticia le ha tocado vivir y hará que otro piense que lo suyo es peor, mientras usted se libera de esta inmensa mierda que le tocó vivir, calvo y con tripa, cojo y manco, rubia y guapa, quéjese y tenga bien claro que siempre puede ser peor y si no vean a este pobre hombre...