Uno no sabe bien quién decide por nosotros, tic tac. Uno no sabe cuándo le van a ocurrir las cosas importantes de la vida, tic tac. Uno no decide cuándo nace, si en 1985 ó 1435, tampoco dónde ni cómo, tic tac. Uno no opta porque esa tarde de martes, como una de tantas, sea la tarde que besé a una chica por primera vez, tic tac. 30 años después se descubre que quizás no debí estudiar Ingeniería hidraúlica, tic tac.
A uno le llega la muerte en septiembre, a otros en viernes y a muchos al amanecer, tic tac. A uno le puede llegar por sorpresa la oportunidad de mejorar o empeorar profesionalmente, uno cree que decide por una buena opción pero no sabe lo que pierde con esa decisión, tic tac.
Otros no saben que esa persona que acaban de conocer será con el paso del tiempo su mejor amigo tic tac, o el padre de sus hijos, tic tac. ¿En qué momento decide alguien tener un accidente?. ¿En qué momento deciden otros curarse de una grave enfermedad? Tic tac.
El tiempo decide muchas veces por nosotros, el paso del tiempo es un gran aliado a la hora de tomar decisiones. Nos da experiencias, nos coloca en nuestro verdadero sitio, con nuestra justa dosis de humildad o engreimiento así que relájese, cuente con el tiempo para tomar decisiones. Siempre hay tiempo para ser feliz, para estar preparado a que ocurra algo importante, con 90 años o dentro de 15 días. Cuente con su amigo el tiempo, al fin y al cabo uno no sabe bien quién decide por nosotros, tic tac y uno no sabe cuándo le van a ocurrir las cosas importantes de la vida, tic tac.