lunes, 23 de noviembre de 2009

¿Quién decide?

Uno no sabe bien quién decide por nosotros, tic tac. Uno no sabe cuándo le van a ocurrir las cosas importantes de la vida, tic tac. Uno no decide cuándo nace, si en 1985 ó 1435, tampoco dónde ni cómo, tic tac. Uno no opta porque esa tarde de martes, como una de tantas, sea la tarde que besé a una chica por primera vez, tic tac. 30 años después se descubre que quizás no debí estudiar Ingeniería hidraúlica, tic tac.

A uno le llega la muerte en septiembre, a otros en viernes y a muchos al amanecer, tic tac. A uno le puede llegar por sorpresa la oportunidad de mejorar o empeorar profesionalmente, uno cree que decide por una buena opción pero no sabe lo que pierde con esa decisión, tic tac.

Otros no saben que esa persona que acaban de conocer será con el paso del tiempo su  mejor amigo  tic tac, o el padre de sus hijos, tic tac. ¿En qué momento decide alguien tener un accidente?. ¿En qué momento deciden otros curarse de una grave enfermedad? Tic tac.

El tiempo decide muchas veces por nosotros, el paso del tiempo es un gran aliado a la hora de tomar decisiones. Nos da experiencias, nos coloca en nuestro verdadero sitio, con nuestra justa dosis de humildad o engreimiento así que relájese, cuente con el tiempo para tomar decisiones. Siempre hay tiempo para ser feliz, para estar preparado a que ocurra algo importante, con 90 años o dentro de 15 días. Cuente con su amigo el tiempo, al fin y al cabo uno no sabe bien quién decide por nosotros, tic tac y uno no sabe cuándo le van a ocurrir las cosas importantes de la vida, tic tac.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Los Reyes Magos siempre traen un regalo sorpresa...

... y suele ser el que más nos gusta por inesperado, improvisado y sorprendente. ¿No les ha pasado?. Yo recuerdo que siempre me pasaba lo mismo, que siempre había un regalo sorpresa que era con el que me quedaba. Y pensando y repensando, me doy cuenta que en la vida nos ocurre siempre algo parecido, siempre nos pasa algo que no estaba dentro de nuestros planes.

John Lennon vino a decir algo parecido a que la vida es eso que nos ocurre mientras hacemos otros planes.  Hay personas que sueñan con tener hijos y luego se dan cuenta de lo duro que es ser padre, otros se mueren por un viaje de vacaciones que cuando llega les da pereza. Algunos no están contentos con sus trabajos ignorando el magnífico ambiente que hay entre sus compañeros. La vida es eso que nos ocurre mientras nos empeñamos en sacar adelante nuestros proyectos. La vida, al igual que los Reyes Magos, siempre trae un regalo sorpresa, aprovéchelo.

Así las cosas, relájese y luche por sus proyectos pero adáptese a los regalos sorpresa que le serán dados. ¿Que no tiene hijos? Aproveche y dé la vuelta al mundo. ¿Que, por el contrario, forma una familia? Alégrese cada día por la suerte que le ha sido dada.

¿Qué no está a gusto con lo que estudia? Plantéese que puede estudiar, otros no tienen opción. ¿Le dejó su pareja? Muchas otras habrá esperando a hacerle feliz. ¿No puede salir de vacaciones este verano? Disfrute por 1,20 euros de una caña fría bien tirada.

Las noches que mejor me las pasé con mis amigos fueron aquéllas en las que no había grandes expectativas, que por sorpresivas, inesperadas o no planificadas nos sirvieron para aprender que el regalo sorpresa es el más atractivo de todos.

Espere, y espere algo bueno, la vida siempre nos trae un regalo sorpresa. ¿Le despidieron del trabajo? Magnífica oportunidad para irse a otro país. ¿Que le despidieron y tiene una familia que mantener? Magnífica oportunidad entonces para sentirse más unido a su pareja, en tiempos de dificultades siempre sale lo mejor de nosotros.

Ya lo sabe, la vida siempre trae un regalo sorpresa, disfrútelo. En realidad, cada día es un regalo sorpresa, vaya a por él, adáptese. A veces los Reyes Magos no acertaban con su regalo sorpresa, pasado un tiempo lo recuperaba y jugaba con él con pasión, lo descubría pasados unos meses y me provocaba una segunda ilusión. A veces en la vida, nos ocurren cosas que parecen muy malas, más que regalos sorpresa podríamos hablar de malas pesadillas. Encarguése de que pasado un tiempo esa mala experiencia la haya convertido con su actitud en un regalo sorpresa. Adaptése, disfrute de la vida mientras siga pensando que sus planes salen adelante. Disfrute del regalo sorpresa que es esta vida.