Hace poco escribía que tener un blog no deja de ser un ejercicio de narcisismo. Escribimos para ser leídos y, a menudo, exponemos nuestra visión de una forma atractiva, como si fuera la única posible, la válida y, entonces, recibes un comentario de algún amable seguidor que te ha leído y te dice que bravo y tu ego se hincha más. Frecuentemente, quien tiene un blog, hace reflexiones sobre la vida, sobre cómo debemos reaccionar, como si supiéramos de lo que hablamos. "Se optimista y no fumes, relativiza y ríete de ti mismo, acepta el error porque eso es el inicio de un éxito, dedícate a lo que te gusta..." y otros mil consejos contradictorios entre sí, generales, como si a todos se nos pudiera recetar la misma solución.
Hoy, por fin, se me ha ocurrido una buena idea sobre la que escribir, una verdad cierta y universal. El mundo es torrijero, no conozco alguien a quien no le gusten las torrijas. La torrija es tendencia. Este mes, la torrija ha sido el término gastronómico más buscado del mes. Por encima de Adriá, el Bulli, las hamburguesas o el champán, la gente en lo que más se ha interesado ha sido en... ¡las torrijas!. Ya lo ven algo tan sencillo como la torrija, por encima de ecochefs y texturas, de espumas y aires de tortilla.
No digo yo que la nueva cocina que se hace en España no sea algo atractivo, un arte, un nuevo filón para el turismo español pero somos torrijeros. ¿Por qué?. Simplemente porque es una de las cosas "de las de toda la vida", de ese tipo de ideas que son de toda la vida porque funcionan, porque son simples y humildes, nos gustan a todos.
Ahí tenemos, por ejemplo, a la pizza. Originalmente, un alimento que comían los pobres, hoy se ha extendido por todo el mundo. O las lentejas que si quieres las tomas y si no, aún no he conocido a alguien que las deje. De todo esto saco un par de conclusiones. La primera es que debemos aferrarnos a las cosas de toda la vida, no por conservadurismo o por comodidad sino porque realmente funcionan, son sencillas y no se valoran. La segunda... uy ya empecé a dar consejos, lo siento, disfruten de las torrijas.