lunes, 9 de mayo de 2011

Cosas que no decides.

Cuándo naces, dónde y por qué, no eliges tus padres, el clima, el número de hermanos ni la posición que ocupas. Lo siento pero no escoges la persona que amas, ni cuántas veces comes o el tipo de horario que vas a tener.

Te dan hecho las enfermedades que tendrás así como los avances médicos que te encontrarás, tus amigos, el euribor o los posibles tumores cerebrales, no decides adónde viajar o tu renta per cápita o PIB. No tienes elección en cuanto a tus depresiones y éxitos, tus errores o aciertos, tus futuros o el número de hijos que vendrán, si es que vienen.

Ignoras si serás alto o bajo, cuándo morir o qué día será el que te cambiará la vida, no tienes opción sobre el tipo o tamaño de tu cama ni sobre los lenguajes que emplearás, no controlas tus oportunidades ni te aseguran tus sueños o pasiones.

No puedes determinar cuándo te tocará la lotería, si vives de día o de noche, si vas o vienes, si eres judío o zurdo, militar o tenista, si tienes un accidente o permaneces tranquilo pero al menos siempre podrás jugar, crear tu propio espacio y crear la diferencia. Míralo.


domingo, 1 de mayo de 2011

Esquiando en Mallorca

¿Sabes que en Oslo te puedes calzar los esquies, coger el metro e irte a esquiar?. A diario, sales de trabajar a las cuatro y media o cinco de la tarde, te coges la línea 2 del metro y apareces en una estación de esquí. Ay si yo viviera en Oslo me iba a esquiar todas las tardes, no sé cómo tu que lo puedes hacer todos los días no vas más a esquiar.

Anda mira quién habla, el que vive en Palma de Mallorca y puede acercarse al puerto a navegar todas las tardes. Bueno pues si yo hubiera podido estar en Londres cuando la boda real. Habría estado a las 7 de la mañana en la puerta de Westminster Abbey, menuda suerte vivir en Londres. Claro que para suerte la de la familia argentina que ha decidido vivir viajando o viajar viviendo, que tanto da lo uno como lo otro. Qué suerte.

¿Suerte?. Suerte la tuya que vives en Madrid y puedes ir a un musical todos los días de la semana, o acercarte a comer tapas a la Plaza Mayor o abonarte al Teatro Real e ir los martes a bailar salsa. ¿Para qué quiero yo todo eso?. Mucho mejor tú que vives en La Coruña y todas las tardes te puedes acercar a correr a la playa...

Mira todo eso está muy bien pero siempre hace falta dinero para hacer lo que uno quiere, bueno menos si te vas a vivir a la Patagonia de tu propia granja. Eso sí que tiene que ser divertido y si te cansas te acercas a Punta del Este y montas un chiringuito. Lo dice el que vive en Bruselas y no para de hacer cosas. Como todo el mundo es extranjero, ha de abrirse y conoces a muchas personas, por eso me gusta Bruselas, por eso y por los mercadillos de antigüedades que tiene. Pues a mi el que me da envidia eres tú que vives en Sri Lanka, en el paraíso, además allí el tiempo fluye de otra manera, más tranquilo y calmado. 

Y yo te digo que no hay lugar y tiempo o día y plaza que no merezca ser vivida. No hay semana corta o larga, ni ciudad aburrida o estresante que no merezca ser conocida. Que no hay rutina ni comienzos o principios que merezcan ser saltados. Ni planes o ideas que resulten ser pasados. Vamos a por ello.