domingo, 28 de diciembre de 2008

Navidad, esa gran mentira.

Escribe mi amigo Paco muchas veces que vivimos en un mundo de apariencias, de falsedades y mentiras frente a las realidades verdaderas. Quizás la mayor mentira es cómo entendemos la Navidad. Poco tiene que ver con empachos, langostinos, champanes caros y regalos. La Navidad es un tiempo que debería pertenecer a aquéllos que están solos, sufriendo y a los niños y, especialmente, debería ser propiedad de quienes reúnen esta doble condición, es decir, que están sufriendo y que son niños.

Sin embargo, eso no es la Navidad que vivimos y que está más relacionada con loterías, anuncios de perfumes, cavas, luces, compras en grandes almacenes y reuniones familiares de auténticos desconocidos. Apariencias versus realidades como bien dice mi amigo Paco. No hablemos de niños que sufren ni de ancianos solitarios en Navidad por favor, eso nos incomoda profundamente siempre pero más en Navidad cuando todo ha de ser perfecto e idílico.

La Navidad, esa gran mentira cuyo espíritu hace tiempo que perdí y que cada año encuentro en el Hospital infantil del Niño Jesús en Madrid, en su misa del gallo. Este año me enseñó una gran lección, la de que la vida es sufrimiento, es pasarlo mal y sufrir y pasarlo bien y disfrutar y que, aunque no tengamos ganas de fiesta, en ocasiones nos las tenemos que inventar y acudir a la fiesta de todos modos.

La Navidad esa gran mentira sí pero mentira necesaria, al menos para reunirnos y darnos un abrazo aunque haya gente que siga llegando a dormir en pesebres y que no tenga sitio en esta sociedad. Claro que todo esto lo pienso a 10.000 metros de altura en un avión, otra mentira, como si los aviones pudieran volar...

domingo, 21 de diciembre de 2008

Marcel Grossmann, un facilitador del talento.

No saben quién es, yo al menos no le conocía. Marcel Grossmann, un facilitador del talento. El bueno de Marcel era amigo de un mal estudiante, que apenas sacaba aprobados justos y a quien tenía que dejarle sus apuntes de clase para que pudiera estudiar.

Después, tuvo que convencer a su padre para que ayudara a su amigo a conseguir una plaza de funcionario en la pequeña y tranquila ciudad suiza en la que vivían y estudiaban. Al ser funcionario, su amigo dispuso de tiempo libre y revolucionó la ciencia y la historia (no porque no trabajara en su puesto de trabajo sino porque podía salir temprano, no sean mal pensados con los funcionarios). Su amigo, un gris oficinista y mal estudiante era Albert Einstein, genial y siempre en la vanguardia, capaz de ver más allá, con una inteligencia única y que, como todos, cometió muchos errores en su vida.

Uno de ellos, el dejarse convencer por un grupo de científicos para que apoyara las investigaciones que llevaron al Proyecto Manhattan y al desarrollo de la bomba atómica. Poco podía prever él las consecuencias de esa carta pero el hecho cierto es que Hiroshima ocurrió y eso le llevó a no volver a participar en ninguna cuestión política y a rechazar la presidencia del Estado de Israel cuando se la ofrecieron.

Nunca sabremos las consecuencias de nuestras decisiones hasta que las tomamos. Nunca sabremos si ayudar a un mal estudiante nos llevará a cambiar el mundo o, si por el contrario, apoyar a inminentes científicos nos llevará a destruirlo. Lo que sí es importante es que quien toma decisiones se equivoca y siempre es necesario tomar decisiones. También es cierto que quien toma decisiones acierta y, sobre todo, que uno siempre puede aprender de sus errores.

Recuerden esto cada vez que creen una bomba atómica, aprendan de sus errores de forma que se conviertan en aciertos. Einstein así lo hizo, profesó toda su vida el pacifismo, a raíz de esa simple carta.

Y por último, la mejor lección de toda esta historia, por favor, dejen los apuntes a sus amigos.




domingo, 14 de diciembre de 2008

Seve ballesteros y el mulligan de su vida

Esta semana, Seve Ballesteros, al recibir el alta médica afirmaba lo siguiente: "Gracias a los cirujanos podré jugar el mulligan de mi vida. (...) Cuando se lucha con fe y perseverancia, podemos salvar cuantos obstáculos encontremos en nuestras vidas. Nuestra mente es muy fuerte, más de lo que podemos imaginar. Al igual que siempre hice en mi vida profesional, la visualización del éxito en cualquier aspecto de la vida, ayuda a conseguir los objetivos que nos marquemos, por muy imposibles que éstos parezcan".

"Si creemos en nosotros mismos, llegaremos incluso a alcanzar metas que jamás imaginamos. Continuaré creyendo y pensando positivamente para derrotar a la enfermedad que me ha tocado vivir y animo a que ellos lo hagan con la misma determinación que yo", añadió Ballesteros, que tuvo una mención especial para su familia.

Ya ven amigos, alguien consciente de que tiene un mulligan, la oportunidad que se da, en los partidos amistosos de golf, de repetir el golpe de salida. No creo que sea necesario tener un tumor cerebral para tener un pensamiento tan acertado, pero ya que te toca tener un tumor cerebral, al menos que sirva para tener un pensamiento así. Enhorabuena Seve.

La rutina y la normalidad, la actividad diaria nos hace olvidar que estamos aqui de regalo y que, como regalo que es, debemos disfrutarlo y exprimirlo hasta el último segundo. Cada día que vivimos es un mulligan para nosotros mismos, cada día está repleto de cosas un tanto absurdas si contempláramos los días como lo que son, mulligans. Desaparecerían preocupaciones, conflictos, envidias, perezas y suposiciones y surgirían el disfrute, la curiosidad, la tranquilidad y el optimismo. Seve nos da la receta, bien sencilla:

1.- Visualización del éxito o pensamiento positivo. En muchas facetas de nuestra vida podemos ver un éxito. El problema es que nos acostumbramos a ello y ya no nos parece un éxito, lo damos por algo normal. Yo ayer tuve uno que para el común de los mortales no lo es, disfrutar con unos amigos de dos tortillas de patata gloriosas que hice. No es difícil disfrutar ni tener éxito, lo que ocurre es que complicamos lo sencillo que resulta pasarlo bien.

2.- Tener fe, creencia en nosotros mismos y perseverancia. No es fácil ni cómodo vivir este mundo pero sí es apasionante. Estamos diseñados para la épica, para afrontar retos, crecernos ante las adversidades y luchar. Ésa ha sido nuestra Historia y eso será el futuro. Si no, esto sería aburrido y eso es imposible cuando lo que tenemos ante nosotros es un mulligan, una segunda opotunidad, habiendo quemado la primera y sin quedarnos muchas más. Gracias Seve por el ejemplo y ánimo con tu lucha.


miércoles, 10 de diciembre de 2008

El valor de vivir fuera de tu país

Hace 10 días fui a comer a un restaurante chino en la zona de Chinatown en Londres. Fue una agradable comida donde un camarero chino llamado Antonio me contó que vivió en Usera durante un tiempo. Qué vidas y qué mundos hay por ahí. Alguien de las personas con las que comía comentó, por cierto, que en Usera se encuentran los más auténticos restaurantes chinos en Madrid.

A la hora de pagar, todos pusieron su parte y yo, que en Londres no acostumbro a llevar dinero, decidí pagar con tarjeta. La camarera se me acercó y me indicó que pagara incluyendo, si quería, la propina. El total ascendía a 77,60 libras por lo que yo marqué 80,80 libras. Al rato, me viene la camarera y me dice que es mucha propina, que me he equivocado. Yo le digo que no, que está bien así y ella insiste ante las risas del resto de los comensales de mi mesa. Me comenta que no me preocupe, que me devuelven las 80,80 libras que he marcado y que le diga cuánto quiero pagar en total. En realidad, al teclear la cantidad en cuestión, estaba dejando una propina de 80,80 libras. Yo le respondo que sí, que me he equivocado y que lo que realmente quiero es pagar 80 libras en total.

Al no cancelar el total de la operación, devolverme 80,80 libras pero volver a cobrarme 80 libras, en realidad, estoy pagando otra vez 80 libras de propina pero no me doy cuenta hasta 10 días después cuando veo los cargos bancarios. Así que al salir de clase de inglés hoy, a las nueve y veinte de la noche a Chinatown que me he ido a reclamar el importe. Allí que me he ido pensando en la mafia china, en que estaba loco por reclamar a un chino en Chinatown, en que mi siguiente destino era ser servido como pato laqueado y que mis riñones, al menos, tendrían un buen uso en el mercado negro y, sobre todo, pensando cómo me iba a hacer entender en inglés sin que se pensaran que estaba loco o que me tenían que echar porque ya no se acordaban de nada de lo sucedido.

Al llegar allí, la misma camarera que me atendió me ha dado mil explicaciones, me ha pedido disculpas y me ha dicho que claro que se acordaba de mi y que, de hecho, estaba todo anotado pero que no tuvieron forma de avisarme. Me han dicho que no me podían devolver el dinero porque eso solo se puede hacer en el mismo día de la operación y haciendo el cargo de devolución con la terminal y la tarjeta, tarjeta que, obviamente, tenía yo. Sin embargo, me daban un vale para gastar en el restaurante por la diferencia. Yo he puesto unas cuantas pegas, a pesar de mis miedos y temores, me he ido soltando en la conversación pero, al final, he preferido coger el vale a nada y he comprendido el valor de vivir fuera de tu país.

Probablemente no he conseguido la solución más satisfactoria o quizás sí porque la camarera, aparte de disculparse mil veces conmigo, me quería dar una bolsa para los periódicos y me ha dicho que nunca se olvidarán de un cliente que quería dejar 80 libras de propina (encima con cachondeos la tía) pero me he llevado una buena lección y el ser atendido para siempre en ese restaurante con mucho mimo.

Cuando uno está en el exterior, fuera de su país, todo es más difícil. El lenguaje es una importante barrera y aunque las personas que encuentres sean majas (como en este caso) desde el momento en que la comunicación no es fácil ni fluida, el ambiente es hostil. Eso hace que debas estar activo siempre, que no te cortes ni te calles nada, que derribes tus limitaciones y no te cortes un pelo. Simplemente que no te acomodes y ése es el gran valor de vivir fuera de tu país. Que todo sea un reto hace que te espabiles, que luches y que estés despierto.

Probablemente, si esto me hubiera pasado en España, habría tenido el mismo resultado, eso no es lo importante, lo valioso es que tires abajo tus límites, que pienses que todo va a salir bien y que te hagas valer. Contratar el gas con un operador que está en la India y con un inglés que no entiendes es difícil pero ducharte con agua fría lo es aún más. Con todo esto no digo que sa necesario que salgas de tu propio país para obtener todas estas habilidades personales aunque en mi caso sí ha sido necesario. Claro que todo esto lo cuento a toro pasado, con los dos riñones en su sitio y pidiendo disculpas al honorable pueblo chino por la cantidad de tonterías que he dicho en este post.

domingo, 30 de noviembre de 2008

www.spanishpeoplearoundtheworld.blogspot.com








Estoy metido en un nuevo blog: www.spanishpeoplearoundtheworld.blogspot.com, un blog donde españoles de diferentes puntos del planeta trataremos de contar cómo es la vida en otros sitios. Una idea interesante, con muchas posibilidades y que me ilusiona bastante. Ya ven, tuve que irme al fin del mundo a encontrar un faro desde donde escribir. Poco sabía yo que me iba a gustar tanto la idea. Salí de casa sin pensar llegar al fin del mundo, hasta allí llegué y no sabía que había un faro y que, dentro, había un escritorio con un bloc en blanco en el que uno se podía dedicar a escribir tranquilamente y ahora estoy encantado. A mis 4 ó 400.000 lectores, gracias por leerme. Entre sus 372 visitas y las mías (el doble o el triple que las suyas), esta semana se alcanzó la cifra de 1000 viajes al faro del fin del mundo y todo ello a un precio realmente barato.

Espero que este nuevo blog me aporte más de lo mismo, ilusión, creatividad, abrir más los ojos y las orejas y seguir haciendo músculo para cuando nos pongamos a escribir el guión de una película. Además pienso que este nuevo blog también nos aportará el ver cómo a pesar de ser muy distintos y existir costumbres muy diferentes en cualquier punto del mundo, también somos muy parecidos y tenemos las mismas preocupaciones sin importar la latitud o el paralelo en el que hayamos nacido.

En este mismo sentido, 6 Billion Others (www.6billionothers.org) es una página web en el que se contienen reflexiones de miles de personas de todo el mundo. Se trata de un proyecto de Yann Arthus-Bertrand y, como él mismo explica, se le ocurrió cuando, estando en Malí, un hombre le miró a los ojos y le dijo: "Me preocupa alimentar a mi familia" y lo dijo sin pedir ni mendigar, como una simple afirmación. ¿Y a quién no?.

Me gusta esta página porque demuestra que no somos tan distintos ni tan diferentes. Todo hombre, cualquiera que sea su circunstancia y su entorno, no tiene aspiraciones muy diferentes. En primer lugar, tenemos un sorprendente instinto de supervivencia, que nos hace tener hijos, trabajar, ahorrar y tener planes de futuro y de pensiones. Si no, procuramos vivir lo más cómodamente posible, sentirnos libres y hacer cosas que nos agraden.

Después tenemos las mismas inquietudes. La religión y la espiritualidad han nacido, en diversas manifestaciones, en todas las épocas del ser humano y en cualquier parte del mundo. La ciencia y el ingenio se han desarrollado sin importar la climatología o la situación geográfica, en todo caso adaptándose a ellas pero presentes en todos los sitios.

Nos preocupamos por nuestros más semejantes, nuestros seres más cercanos, nuestra familia y amigos y por nuestra propia salud. Además, si tenemos tiempo, somos creativos, no nos dedicamos a pasar por el planeta tierra sin más, nos manifestamos, creamos y tratamos de dejar un recuerdo en la historia. Lloramos, reímos, amamos, comemos, nos esforzamos y hacemos las mismas cosas aunque de diferente forma. Tan lejos y tan cerca pero en todas partes cuecen habas. El proyecto, nacido de la idea de una sola persona va camino de organizar una exposición en el Grand Palais de París del 10 de enero al 12 de febrero de 2009. Espero verles también en www.spanishpeoplearoundtheworld.blogspot.com.







domingo, 23 de noviembre de 2008

Luciano el grande.

Módena, 1953. Luciano acababa de terminar de jugar un partido de fútbol. Una vez más, dado su portentoso don para la pelota, había conseguido mantener su portería a cero. Y ello a pesar de estar dando vueltas en su cabeza a qué hacer con su vida. Su madre ya le había dicho en varias ocasiones que se buscara una carrera estable, como maestro de escuela. Su padre, frustado tenor, también le empujaba a procurarse una estabilidad económica. Sin embargo, a él, lo que le pedía el cuerpo era dedicarse profesionalmente al fútbol o a la música. "Tampoco me importaría ser un campesino en la campiña de Módena pero si a algo me tengo que dedicar será a jugar al fútbol o a la música, sí lo tengo decidido".

Tomada la decisión, fue corriendo a comunicárselo a sus padres, iba a dedicarse a la música. Cuando se lo planteó, éstos les respondieron: "Mira hijo, dedícate a la música si quieres, tienes un talento innegable pero no te hagas grandes ilusiones, es muy difícil que puedas vivir de eso así que te proponemos un trato: te mantenemos con casa y comida hasta los 30 años, si triunfas bien y si no, te buscas la vida por tu cuenta. Nosotros, ya sabes, no nos sobra el dinero y no podemos mantenerte de por vida".

Más de 50 años después Luciano ha sido uno de los más grandes tenores que ha habido en la historia de la música. El mundo entero se rindió a sus pies, por su talento, por su dedicación a diversas causas humanitarias, por la pasión con la que vivía, por vivir rodeado de amigos y montar conciertos con ellos, por el optimismo que transmitía, por no dejar de ser aquel italiano de Módena allá por donde fuera y por su pasión por el fútbol.

Nunca sabemos adónde nos llevarán nuestras decisiones, probablemente no conquistaremos el mundo entero ni disfrutaremos de un éxito tan rotundo como el de Luciano, tendremos las mismas dudas que aquel joven en Módena pero la forma de vivir que tuvo el gran Pavarotti sí que la podemos tomar como referencia. Optemos por lo que optemos seamos apasionados, optimistas, amigos de nuestros amigos y futboleros. Seguramente meteremos la pata, como supongo que hizo Luciano en sus últimos años, cuando tuvo que afrontar un divorcio, un nuevo matrimonio, algunas peleas con sus queridas hijas, etc. etc. pero de lo que no se le puede acusar es de que no fuera auténtico y dejara de exprimir su existencia hasta el último segundo, fiel a sí mismo. Les dejo con dos perlas que les elevarán el ánimo cada vez que las escuchen, "Nessum Dorma" y "Un amore cosí grande":






domingo, 16 de noviembre de 2008

Elogio del otoño

Hoy quisiera derribar un tópico, el de que el otoño es una estación triste. No conozco colores más vibrantes, frutos más ricos y una época de logro de resultados mayor que la del otoño. El otoño es rojo, amarillo, marrón y verde. En el otoño surge nuevos mundos, como el de las setas o el de los vinos que están naciendo.

En el otoño hay mandarinas, naranjas, castañas y membrillos. Algunos se refieren al otoño como una época de ocaso, de pérdida, de caída. Todo depende, una vez más, del color del cristal con que se mira. No conozco estación más propicia para salir al campo que el otoño. El otro día, en Madrid, pude disfrutar de ese otoño tan especial y único que existe en esa maravillosa ciudad, con un azul limpio en el cielo y un día soleado pero frío.

Acerquénse a la valla del Retiro por la calle Menéndez Pelayo y comprenderán que el otoño, como cualquier otra época o tiempo, no es un momento de ocaso, sino de oportunidad, único, irrepetible, creativo y original.

Y lo mismo se puede decir de nosotros mismos. Muchos se creen haber llegado al otoño sin nada que esperar. Algunos se jubilan y eso les supone una ida irreversible a ningún sitio, a la inactividad. Incluso, con independencia de la edad que se tenga, uno mismo decide si quiere vivir en un otoño alegre o en un otoño melancólico y triste.

Al igual que el otoño produce milagros en forma de níscalos, membrillos, vinos o paseos por el campo, nosotros mismos podemos asistir a milagros o sorpresas aún encontrándonos en el otoño de nuestras existencias. Todo depende del color del cristal con que se mira. Hay personas que con 70 años se están haciendo el camino de santiago en pleno invierno mientras algunos de sus contemporáneos no osan cruzar la calle por temor a ser asaltados.

Es una pena perderse las cosas que nos ofrece el otoño, perdidos en creencias no demostradas. Ustedes escogen y de ustedes depende. Yo, desde luego, opto por el otoño alegre que les trato de describir, el de los membrillos. Disfruten, es la única opción posible, centrénse en las cosas positivas que cada época del año nos ofrece y, sobre todo, sean creativos.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Nuestra cuota de ego

Esta semana, una amiga me mandó un correo electrónico titulado "El valor de una coma". En este correo se mostraba el siguiente mensaje: "Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer andaría a cuatro patas en su búsqueda".

El mensaje continuaba: "Falta una coma ¿no? ¿Dónde?

Solución:

Si usted es mujer, con toda seguridad ha colocado la coma después de la palabra mujer.
Si usted es hombre, con toda seguridad ha colocado la coma después de la palabra tiene".

Todos tenemos ego, todos nos creemos con un valor, aunque sea pequeño. Todos nos pensamos en lo cierto, con la razón o, al menos, no totalmente errados. Una pequeña parte interior de nosotros debe ser alimentada, el ego. Yo mismo escribo este blog sin grandes pretensiones pero me encantaría que me felicitaran por la calle por su innegable calidad, que no digo yo que la tenga, aunque la tiene y mucha (ejemplo de mi ego).

Todos tenemos ego y, aunque escondido o limitado, tratamos de que los demás nos lo cuiden. Es por ello que los pelotas funcionan tan bien en todas partes. Cuando vemos a alguien haciendo la pelota a otra persona pensamos: "qué asco, qué pelota, ¿cómo no se dará cuenta el otro de que le están dorando la píldora?, ¿cómo no se dará cuenta de que le están haciendo la pelota descaradamente?". Pelotas hay en todas partes, en clase, en el trabajo, en la calle, tienen mucho éxito.

Sin embargo, cuando es a uno mismo al que le hacen la pelota, uno suele pensar: "Hombre, por fin alguien que se da cuenta de lo que valgo" o "por fin alguien ha observado mi don para saber hacer..." y así vamos funcionando. Sin embargo, creo que tenemos que darnos cuenta de lo que realmente valemos, de para lo que valemos y de para lo que no valemos. De nuestras limitaciones y de nuestros aciertos. Ni tan altos ni tan calvos y de eso uno se da cuenta con pequeñas cosas, con pequeñas comas como las del mensaje que están ahí para avisarnos.

Es importante dotarse de dos o tres personas que nos conozcan a la perfección y que tienen la difícil, impagable y desagradecida función de decirnos: "por ahí no, estás equivocado..." o la algo más grata pero igualmente difícil misión de alentar nuestros aciertos. Quienes nos conocen sí pueden calibrar nuestros aciertos sin caer en el triunfalismo ni en el peloteo o de criticarnos sin hundirnos, sino con la sana intención de hacernos mejorar. Sólo con estas muletas, con estas comas, tendremos la adecuada cuota de ego que a todos nos corresponde.

Ya saben, mis queridos monos, doténse de comas, de amigos o de pequeñas pistas que les digan por qué lado tirar.



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domingo, 2 de noviembre de 2008

De reencuentros sin juicios

Esta semana, una amiga colgó un vídeo en su página de facebook que me recordó una bonita historia. Bebo Valdés, uno de los más grandes músicos que he escuchado y a quien admiro por su talento, se marchó de Cuba en 1960, una vez Fidel Castro tomara el poder en la isla. Allí dejó a su hijo Chucho, otro excelente pianista, a quien ya no volvió a ver por mucho tiempo. En la actualidad, Bebo Valdés cuenta con 90 años y, desde los 76 años, y tras unos 30 años de relativo anonimato, ha conocido, por fin, el éxito con su arte.

Primera conclusión de esta historia, nunca es tarde para conseguir un sueño, se ha de ser perseverante y confiar en que las cosas saldrán bien, ya sea a los 76 años o a los 98.

Bebo y Chucho dejaron de verse, de hablarse, pasaron muchos años, ambos dedicándose a lo mismo pero sin saber nada el uno del otro. Sin embargo, hace unos años se reencontraron y se reconciliaron si es que éste es el término adecuado para decir que retomaron su relación, no pudiendo renunciar a su condición de padre e hijo.

Segunda conclusión de esta historia, nunca es tarde para dar una oportunidad a alguien, para no juzgarle. El hijo se podría haber perdido en reproches al padre o al padre podría haberle resultado tremendamente incómodo reencontrarse con su hijo Chucho, más aún ahora que, por fin, disfrutaba de un éxito unánime. Yo qué sé lo que podría habérseles pasado por la cabeza para no reencontrarse.

Sin embargo, cuando se reencontraron solo hicieron lo que cada uno mejor sabe hacer, tocar el piano, improvisar y crear la magia que siempre se crea cuando un pianista cubano se sienta ante las teclas de un piano. Qué buena es la música cubana. Os dejo con el video que puso mi amiga, un placer de seis minutos y medio.



domingo, 26 de octubre de 2008

Vanidad y felicidad son incompatibles.


Esta semana leí, en una entrevista a Blanca Portillo, esa maravillosa actriz española, la siguiente afirmación: "Vanidad y felicidad son incompatibles". No puedo estar más de acuerdo. Dicho de otro modo, cuando uno está volcado en sí mismo y en satisfacer sus propias necesidades, comodidades o deseos, tan sólo obtiene necesidades, comodidades o deseos cubiertos pero necesitamos de los demás para poder encontrar felicidad y el trato con los demás ha de ser desde la humildad.

No conozco un pasaporte que abra más fronteras que la humildad. Cuando uno dice no sé, siempre hay alguien dispuesto a enseñar. En la medida en que somos capaces de volcarnos en los demás, en ser abiertos a los demás, en interesarnos por el otro, en colocarnos en sus zapatos, igual nos complicamos la vida pero estaremos más cerca de la felicidad. La felicidad nos viene por los demás, no por nosotros mismos y, para acercarse a los demás, hay que hacerlo desde la humildad.

Hace dos semanas hablé con dos futbolistas internacionales, uno en pleno éxito y otro retirado hace pocos meses. El retirado ha tenido una carrera mucho más importante que el otro pero ya no deslumbra, ya no está en primer plano y, por tanto, pude hablar con él de forma mucho más relajada, contándome experiencias e ideas mucho más interesantes, quizás porque ya puede ofrecer una versión más humilde de sí mismo que cuando era el modelo idealizado de muchos aficionados al fútbol.

Ya lo decía Aristóteles, somos animales sociales y para acercarnos a los demás debemos ser humildes, no engreídos. Para generar cercanía nada como escuchar y para escuchar hay que ser humilde. Solo nos acercamos a los otros desde la humildad. Humildad y trato con los demás son términos compatibles, felicidad y humildad también.

El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define humildad como la virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento. Igual es demasiado inocente por mi parte pero cuando uno mismo y las personas de su entorno saben tus propios límites y debilidades y los aceptan y los aceptas, entonces ahí surge una relación verdadera, generadora de felicidad, la felicidad que nos da el cumplir con nuestra vocación de seres sociales.

jueves, 16 de octubre de 2008

British Museum


Si hace unas semanas elogiaba el google earth, en esta ocasión he de sorprenderme del google earth que se creó ya en 1753. El British Museum, al margen del monumento al expolio y la piratería que supone, es un sitio increíble. Se trata de un recordatorio del optimismo que supone el ser humano a lo largo de la Historia.

El British Museum muestra cómo las diferentes culturas que fuimos creando en las distintas zonas del mundo tuvieron similares preocupaciones, comportamientos e ideas. Religión, arte, instrumentos, el British supone un auténtico catálogo de nuestro paso por el mundo, a veces simplemente tratando de sobrevivir y, en la mayoría de ocasiones, tratando no solo de sobrevivir sino también de vivir y disfrutar. De cómo en sitios tan dispares como Grecia o la Polinesia tenían una idea de Dios, de religión, de cazar o de vestirse hasta cierto punto similar.

Además representa un homenaje a nuestros anteriores, y, en consecuencia, a nosotros mismos. Si ahora tenemos ordenadores y podemos volar a cualquier punto del planeta en cuestión de horas es porque alguien talló la piedra roseta o se dedicó a hacer el mausoleo de halicarnaso. Todo suma, nada se tira. Al mismo tiempo, también nos habla de lo mal que entendimos este negocio. Siendo mortales y fugaces, por lo general, a lo largo de la Historia, decidimos pegarnos e ir a la guerra en lugar de cooperar y beneficiarnos todos de esfuerzos y sinergias comunes. El British Museum no habla de otra cosa que de nuestro equivocado y apasionante paso por el mundo, un viaje violento, religioso, competitivo, codicioso pero también un trayecto artístico, creativo, brillante, original y genial.

El British nos da la oportunidad de hacer el viaje más lejano que podemos realizar, a cualquier parte del mundo en cualquier época de la Historia. En la actualidad, tiene una maravillosa exposición de Adriano, el emperador hispano que transformó el imperio y en los próximos meses ofrecerá un billete a Mesopotamia con la siguiente exposición que está programada. El mundo en una caja de zapatos, atesorando los recuerdos de uestra infancia, juventud y madurez. El British Museum la agencia de viajes más sorprendente que conozco y es gratis oiga.

domingo, 5 de octubre de 2008

Aprender a cocinar nos hizo humanos

Así se llama una de las entregas del programa redes de esta temporada (www.redes.tve.es). Ya ven, no fue el tener una especial sensibilidad o raciocinio, no es que seamos menos violentos o ilógicos que los animales, sino que lo que nos hizo crecer fue una olla.

En este interesante programa se nos explica que el hecho de empezar a cocinar la carne que cazábamos, nos proporcionó más tiempo libre y un mayor aporte nutritivo de lo que ingeríamos. Ya no necesitábamos tanto tiempo para hacer la digestion y dedicábamos un menor gasto energético a este proceso. Hace 1.900.000 años empezamos a reducir nuestros dientes y la caja torácica fue empequeñeciendo dado que comíamos comida elaborada.

Quizás todo surgió por nuestra tendencia a buscar la comodidad ya que es muy difícil comer carne cruda, ¿cómo te comes una vaca que acabas de matar sin cocinarla?. Empezamos dando martillazos a la carne, así sólo tardábamos en comer carne 2 horas en lugar de 5. Luego con el homo sapiens, empezamos a pasar la carne por el fuego y luego la seguíamos golpeando y así empezamos a ganar energía, necesitábamos menos esfuerzo para poder digerirla.

Eso nos llevó a acumular comida y generó la violencia. La violencia en la que vivimos no es producto de nuestra condición animal sino de nuestra inteligencia, empezamos a pelearnos por la comida cocinada que acumulábamos. Además, como bien nos demuestra este programa, la evolución no tuvo por qué ser así, un pequeño cambio en la ecología provoca un gran cambio en el comportamiento pero esto no tiene por qué ser así, podría haber sido de otra forma.

Y si no, piensen en los koalas, el mamífero más lamentable que hay. Según nos explica Enric González, en El País, el koala se alimentaba, hace 20 millones de años, de hojas muy diversas en las selvas australianas. Sin embargo, el clima fue enfriándose y las selvas fueron sustituidas por bosques de eucaliptos. Sus hojas tienen muy poco aporte nutritivo y son altamente tóxicas. Muchas especies se extinguieron con los bosques de eucaliptos y otras muchas se fueron a otras zonas pero los koalas decidieron quedarse y adaptarse (quizás, también como los humanos por comodidad) y lo que, en principio podría ser una virtud, saber adaptarse, llevada al extremo se convirtió en defecto.

Los koalas tuviero que desarrollar un microbio en sus intestinos que digeriera las hojas de eucaliptos. Con el tiempo, los koalas no nacían con ese microbio y desde los seis primeros meses de vida hasta al año, los koalas se pasan el día amarrados al ano de su madre succionando una especie de excremento rico en microbios. No parece una infancia muy envidiable.

Una vez desarrollado el microbio, el koala dedica 5 horas a masticar las hojas de eucaliptos más otra siesta de 18 horas para poder digerirlas, estando altamente irritable en todo este proceso. Esta dieta ha supuesto un constante empequeñecimiento del cerebro de los koalas. Un proceso totalmente distinto al de los humanos, lo que nos dice que la evolución no tiene por qué ser como ha sido. Como nos cuenta Enric González, si el ser humano hubiera seguido el proceso del koala, en lugar de tener un cerebro de 1,4 kilos, tendríamos uno de unos 100 gramos.

Mis queridos monos del Senegal (ver primer post de este blog el que no me entienda), cocinen y gasten tiempo en ello, terminarán ganándolo para hacer otras muchas actividades en su vida. Cocinen y encontrarán aún más pistas para seguir evolucionando a más y no a menos.




domingo, 28 de septiembre de 2008

Placeres

Un cena, un paseo por el parque, una vela apagada, una conversación, un abrazo, una buena película, un partido de tenis, un helado de vainilla, leer el periódico, una playa, un aperitivo, un chiste, recordar con los amigos de la infancia aventuras pasadas, un abuelo, tus padres, el sol al atardecer o al amanecer, el olor a tierra mojada, unas natillas, un tomate con sal, una bodega, ir al campo, un olivo, un libro, un viaje, Internet, un pueblo, un restaurante...

Éste es el post más largo que jamás podré escribir porque es interminable, trata de los placeres que disfrutamos todos los días. Para muchos son cosas normales, que no echamos en falta porque las tenemos todos los días pero son placeres únicos e irrepetibles. Como bien dice mi amigo Paco, citando a su admirado Leonardo Da Vinci, "quien no aprecia los placeres de la vida, no los merece".

No nos queda otra, cada día hay placeres insuperables e inimaginables, disfrutémoslos y hagámonos merecedores de ellos.




domingo, 21 de septiembre de 2008

Qué pena tener vergüenza

Siempre he admirado a los artistas callejeros. Piensen que tienen que captar la atención de personas que no conocen de nada. Piensen que además tiene que conseguir de esos desconocidos algo que ellos no quieren hacer. Piensen que todo ello lo tienen que hacer en dos segundos y en un lugar de paso, como es la calle. Piensen que solo disponen de un instante, el tiempo que va desde que nos ven hasta que dan el siguiente paso, un instante para captar la atención, para lograr tu objetivo. Es algo imposible para muchos de nosotros y un gran reto para unos pocos. Realmente debes ser brillante para poder sobrevivir como artista callejero, brillante y también original, valiente, inteligente y sonriente y, sobre todo, creer en ti mismo, que, al fin y al cabo, es lo que expones ante los demás. Es decir, tienes que ofrecer lo mejor de ti y la vergüenza, el freno a hacer el ridículo y el qué oensarán los demás no caben para conseguir el reto. Toda una lección.

Mucho se puede aprender de los artistas callejeros. Algunos hay realmente buenos, grandes músicos, magos, showmans. Sin duda, si montara una empresa, contrataría a alguno como directivo de mi empresa, para contar con alguien capaz de crear en un entorno de necesidad y presión. En Madrid, en el área del estanque del Retiro, en los fines de semana, se pueden encontrar grandes artistas. En Londres, sin duda, un domingo, hay que acercarse a Convent Garden.

Antigua zona de almacenes y mercado de frutas y verduras hasta 1974, Convent Garden es el lugar donde poder encontrar a los artistas callejeros en Londres. Ya desde 1662, se recuerdan espectáculos en la zona. El entorno es realmente espectacular, con muchos turistas y muchas tiendas, pubs y puestos de mercadillo alrededor de Piazza y Central Market. Si pasan por Londres, no se olviden de visitar Convent Garden con alguna moneda preparada en el bolsillo...



domingo, 14 de septiembre de 2008

Si hace unos años me llegan a decir que...

... iba a tener todo el mundo de un vistazo, a golpe de un click. Si me llegan a decir que sabría llegar a todas partes, que podría viajar a todos los sitios en una tarde y desde mi casa, que vería los volcanes y las montañas, el misterioso puente natural que une Sri Lanka con la India, Machu Pichu o el desierto del Sáhara y que volaría en menos de un minuto desde la Estatuta de la Libertad a París para terminar en mi colegio.

Si me llegan a decir que vería Sicilia, la tarde que abriera mi ordenador en Londres y me bañaría en las playas de Canarias antes de ir a Groenlandia, no me lo creería.

Qué pronto nos acostumbramos a las muchas cosas buenas que tenemos. Qué poco valor le damos a cosas inexplicables o que no tenemos ni idea de cómo funcionan solo porque las tenemos al alcance de la mano. Con el programa Google Earth, a pesar de que esto se pueda convertir en un anuncio publicitario, se pueden hacer todas esas cosas y muchas más. Ofrece la posibilidad de conocer el mundo a través de fotografías, calcula distancias, lo que corras en tu barrio o lo que vueles de uno a otro continente, el mundo cada vez más cerca y más pequeño. Google Earth también es solidario, ofreciendo información sobre los problemas que presenta este maravilloso planeta.

El último avance, el hacernos conscientes de lo insignificantes que somos, perdidos, que no solos, en un universo conmovedor. Ahora, con Google Earth, el último destino son las estrellas, el universo entero en tu pantalla. Espero seguir sorprendiéndome y disfrutando muchos años con los sueños que nos ofrece el progreso.

domingo, 7 de septiembre de 2008

La vida de los otros

La vida de los otros (Florian Henckel von Donnersmarck, 2007, Oscar a la mejor película extranjera) es una fantástica película que conviene ver varias veces. Trata la historia de Gerd Wiesler, capitán de la policía política de la RDA, la Stasi. En los ochenta la Stasi era una todopoderosa policía secreta del régimen comunista de la antigua República Democrática Alemana (RDA). 100.000 agentes y 200.000 informantes vigilaban cada día la vida de sus compatriotas. En 1984, al capitán Wiesler le encargan que espíe al escritor Georg Dreyman y la popular actriz Christa-Maria Sieland. Su vida va a cambiar a partir de entonces.

La película ofrece varias conclusiones muy interesantes. Una de ellas es que la mayoría de los héroes son anónimos. Cambios de regímenes políticos injustos, revoluciones, conquista de derechos políticos o situaciones más cotidianas como que haya buenos servicios públicos en la sanidad, en la educación o en cualquier otro ámbito de nuestra sociedad se hacen históricamente más por la contribución de héroes anónimos que por grandes figuras. Son héroes anónimos o cotidianos, que nadie sabe de su contribución pero que existen y tienen la enorme recompensa de hacer lo que creen que deben de hacer.

En este caso, cuando un brillante capitán se da cuenta de las incoherencias y corrupciones que tiene el sistema de valores en el que cree, lejos de atrincherarse en el mismo para justificar su privilegiada posición, lo combate desde sus funciones, a pesar de que eso vaya en su contra. La transformación del protagonista es espectacular, del odioso e implacable capitán de la Stasi a quien todos temen hasta el relajado, débil y discreto cartero pero a gusto consigo mismo en que se convierte.

Muchas veces la historia ha cambiado gracias a la contribución de personajes anónimos que se dedicaron a ser coherentes consigo mismos. Funcionarios, empresarios, periodistas, amas de casa (las madres de la Plaza de Mayo en Argentina por ejemplo), profesores, cocineros... cada uno desde su papel y en su lugar pero luchando por causas justas, todos podemos ser héroes anónimos y cotidianos.

Segunda conclusión, sea agradecido con los demás, siempre hay héroes anónimos que están ahí para mejorar nuestra vida. El escritor George Dreyman, cuando intuye que alguien que le vigilaba, al mismo tiempo, le salvaba no delatándole, le agradece de la forma más sutil e inteligente que puede su gesto dedicándole uno de sus libros.

Por último, como tercera conclusión, nunca es tarde para cambiar. Cuando el gris capitán de la Stasi, descubre que hay libros, obras de teatro, canciones y formas de ser y de amar más allá de burocráticos expedientes e injustas represiones, lejos de culparse, cambia radicalmente. Siempre hay tiempo para cambiar. El final de la película es el más redondo de los posibles, con una leve sonrisa del capitán en su nueva vida de héroe anónimo y cotidiano.

Para más datos sobre la película:

http://es.wikipedia.org/wiki/Das_Leben_der_Anderen






domingo, 31 de agosto de 2008

¡vaya a los parques...

... su salud de lo agradecerá!. Para todo aquel que viva en una ciudad, un parque resulta esencial. Si usted es un niño probablemente sea el lugar donde marque el gol que le dé a su país el campeonato del mundo. Si es adolescente, será el escenario de sus primeras conquistas. Si es usted padre o madre de familia, será el mejor lugar de ocio para sus hijos y para tomarse el aperitivo y, si ya se ha jubilado, será el lugar adonde acuda para pasar algunas horas y no estar todo el día en casa. Es el mejor gimnasio posible y el lugar de recreo de muchos reyes europeos hace ya unos siglos, precisamente cuando los reyes eran los únicos privilegiados.

Visite los parques, úselos y le cambiará el carácter para bien. En Madrid, no se entiende la ciudad sin el Retiro. En Londres, ciudad con muchos parques, hay uno que es especial aunque no es el más grande ni el más conocido.

Es Sant James Park, el más antiguo de los parques londinenses. Creado en 1532 para que los reyes ingleses tuvieran donde cazar ciervos, hoy en día es un mágico lugar con una increíble fauna de ardillas, patos, cisnes e incluso pelícanos. Conectado con otros dos grandes parques de la ciudad, Green Park y Hyde Park, va desde Buckingham Palace hasta Trafalgar Square. Se estructura en torno a un alargado y grande estanque, sus vistas son magníficas, del Big Ben, del London Eye, de Westminster... Sant James me ha hecho recordar, una vez más, lo bueno que es ir a los parques.

domingo, 17 de agosto de 2008

Casi me alegro de haber tenido cáncer

"Casi me alegro de haber tenido cáncer". Eduard Punset, pausado, sin alterar su inconfundible tono de voz, sabe de lo que habla. En noviembre le diagnosticaron un cáncer de pulmón.

Lejos de agachar la cabeza y correr para evitar caer en el pozo del miedo, lo sentó en un silla para mirarlo cara a cara. "Es peor el cáncer que el miedo, sin ninguna duda. Éste nunca ha servido de nada", aclara el científico y periodista.

"Me alegro mucho de haber venido a este hospital, porque he conocido a gente extraordinaria. He visto mucho altruismo. Vamos, que casi me alegro de haber tenido cáncer."

Aunque en su voz todas la palabras suenan igual, sí se desprende cierto enfado e insatisfacción. "Lo que más me ha sorprendido es constatar el abismo brutal que sigue existiendo entre el resultado de las investigaciones científicas, por un lado, y su aplicación en terapias prácticas de la vida cotidiana de la gente. Hay que esperar de 30 a 50 años de una manera ignominiosa e inaceptable".

Todo esto que han leido son reflexiones que se pueden ver en el programa Redes de Eduardo Punset, en su programa "Diálogos sobre cáncer entre un paciente y su oncólogo". Les dejo el vínculo para quien le pueda interesar aunque advierto que es un programa de divulgación científica más que reflexiones válidas y personales sobre cómo afrontar el cáncer y lejos también de una visión idílica de superación del cáncer. No nos engañemos.

En cualquier caso, nunca hay que dejar de luchar, incluso en el peor de los escenarios posibles, como un cáncer de pulmón, se encuentran cosas valiosas y que merecen la pena vivir, como esa solidaridad o altruismo de los que habla Punset y que le hace hasta casi alegrarse de haber tenido cáncer, todo un ejemplo.

Hace tiempo que pienso que no es realmente importante las cosas que nos pasan en la vida sino la manera que tenemos de afrontarlas, la verdadera actitud que se tenga. Y aunque no se traduzca en nada, en ningún logro concreto o éxito revelante, tener una actitud optimista, adecuada, no tremendista, humilde y confiada en uno mismo y, finalmente, con sentido del humor es algo realmente importante. Lo he escrito varias veces en este blog y nunca me cansaré de recordarlo. Les dejo el vínculo.

http://www.smartplanet.es/redesblog/?p=66

domingo, 10 de agosto de 2008

!El tren solo pasa una vez en la vida¡

"El tren solo pasa una vez en la vida", "es una oportunidad que no puedes desaprovechar". "Lucha por tus sueños, el amor de tu vida no lo arruines"... Muchas veces oímos frases de este estilo. Parece que vivimos con oportunidades únicas, con momentos decisivos en el que nos encontramos entre la espada y la pared y en el que todo depende de cómo actúes para que encuentres el éxito o el fracaso. Nada hay menos cierto. El tren no pasa una sola vez en la vida. Ahí está la página web de renfe (www.renfe.es) para demostrar lo contrario.

Probablemente, el amor verdadero es uno en toda la vida, madre también no hay más que una, los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de una mano, la familia lo mismo. Probablemente, en la vida, no logremos dedicarnos a más de cinco actividades profesionales (puede que cambiemos de empresa o de tipo de trabajo pero las funciones serán siempre similares) y las vocaciones o cosas que realmente nos gustan son muy escasas. Se trata de personas, ideas, conceptos y realidades escasas y, por ello mismo, muy valiosas. Nos proporcionan la felicidad y hay que lucharlas mucho.

Todo ello es cierto pero oportunidades tenemos miles todos los días para conseguirlas, trenes que pasan a diario, cercanías, de mercancías, de alta velocidad... Tenemos mil y un caminos para encontrar la felicidad, infinitas recetas por las que optar para ser felices. Cada día es una inmensa estación de trenes de las que parten innumerables oportunidades. El tren no solo pasa una vez en la vida y además, en ocasiones, aquello que puede no parecer una oportunidad se convierte con nuestra capacidad en un expreso hacia la felicidad. Nada es irreversible, basta con optar por una de las muchas oportunidades, apostar por ella, exprimir la posibilidad y a coger nuevos trenes. Trenes que, os repito, pasan todos los dias.




domingo, 3 de agosto de 2008

Emerita Augusta

Que España siempre se ha dedicado al turismo y es el negocio que sabemos hacer es un hecho de toda la vida, incluso desde los tiempos de los romanos cuando, en el año 25 a. C., el emperador Octavio Augusto decidió fundar Emerita Augusta como lugar de retiro (de ahí lo de emérita) de sus soldados de las legiones V y X. Hoy en día, Mérida, patrimonio de la humanidad, y, más concretamente su teatro, es una de las pocas victorias del hombre sobre el tiempo.

El pasado sábado fui al teatro allí, a ver una obra, tal y como muchos otros han ido desde hace más de 2000 años, un lugar impresionante y muy recomendable. En un día en el que se rondaron los 39 grados, allí por la noche se estaba sin ningún tipo de calor. Definitivamente, los romanos, aparte de estar locos, como decía Obélix, sabían vivir. Sus casas, decoradas y diseñadas con detalle, los baños romanos donde disfrutar y el teatro donde contar las mismas historias y tramas que, de otra forma o con otro estilo, nos siguen interesando a todos en la actualidad. Su forma de construir es aún plenamente vigente, como lo demuestra el hecho de que Rafael Moneo siguiera su técnica de construcción para hacer el impresionante Museo Nacional de Arte Romano en Mérida.

El puente romano, en uso hasta hace 15 años por vehículos que los romanos ni imaginaron que pudieran existir, me dice que las cosas bien hechas soportan y superan los años sin ningún tipo de problema. Por último, Mérida también me dice que las épocas, las sociedades y los propios humanos nos superponemos unos a otros, siempre de abajo a arriba. El teatro fue descubierto porque un arqueólogo decidió excavar donde unas señoras se sentaban a coser, encima de unos capiteles que sobresalían del suelo y que resultaron ser la parte de arriba del graderío del teatro que se descubre unos 17 metros, aproximadamente, más abajo. 2000 años de historia almacenados en 17 metros de altura.

A menudo se oye que, desde los romanos no hemos inventado nada nuevo y nada nuevo bajo el sol es otro dicho repetido comúnmente. Mérida es un claro ejemplo de todo ello y un destino totalmente recomendable.



domingo, 27 de julio de 2008

Nieves Concostrina

Todos los días, de lunes a viernes, en el informativo "24 horas" de Radio Nacional de España al filo de la medianoche, Nieves Concostrina tiene un microespacio donde habla de cosas que históricamente ocurrieron en la misma fecha del día en que se emite el programa. Lo aborda con un cierto sentido del humor y sirve para aprender Historia de una forma divertida. Luego esos microespacios los cuelga en su página web: www.nievesconcostrina.es

Os dejo con su espacio por si alguien siente curiosidad. A mi, por lo menos, me encantan porque aprender de la Historia, es decir, prestar atención a los que nuestros antecesores hicieron es algo, cuando menos, obligatorio.

Primero para avanzar a través de la copia. Soy un gran defensor de las copias. No hacemos otra cosa que no sea la de copiar lo que antes otros hicieron cuando les tocó pasar por este planeta. Al copiar algo, lo mejoramos, imperceptiblemente añadimos un mínimo detalle que mejora la solución, idea, proyecto, comportamiento o mecanismo de que se trate y, con ello, producimos un pequeño avance, una mejora de lo anterior porque lo hemos enriquecido con nuestra visión, con el tamiz de nuestra propia personalidad.

Segundo porque, al saber Historia, no solo mejoramos sino que también evitamos errores ya producidos y, que, de no saber Historia, repetiríamos una y otra vez. Gracias Nieves por tus microespacios.

domingo, 20 de julio de 2008

Chaplin y Charlot

Hay personas adelantadas a su época, capaces de interpretar los tiempos que les toca vivir y vislumbrar hacia dónde nos llevan. Charles Chalin siempre me pareció de ese tipo de personas. En el Caixa Forum de Madrid (http://obrasocial.lacaixa.es/centros/caixaforummadrid_es.html), del 19 de julio al 2 de octubre hay una extraordinaria exposición titulada "Chaplin en imágenes", donde, a través de fotografías, carteles, textos y películas se nos acerca a la trayectoria artística de este genio del siglo XX.

Transcurridos más de 100 años de su nacimiento y cuando sus películas tienen en torno a los 80 años, Chaplin sigue siendo moderno, su mensaje sigue siendo aplicable a la realidad actual. Entre sus joyas, "Tiempos modernos" (1936) denunciando ya los problemas que acarrea la economía capitalista o "El Gran Dictador" (1940) anticipando lo que Hitler y los totalitarismos traían consigo.

Nacido en Londres en un ambiente de extrema pobreza, pronto empezó a triunfar en el mundo del espectáculo. Una muestra de su genialidad la podemos ver en la propia exposición donde un cartel nos revela el éxito que siempre ha tenido Chaplin:

"Anoche estrenamos una película suya de título, Charlot, héroe del patín, protagoniada por Charles Chaplin. Las constantes carcajadas y los gritos del público hicieron temblar las paredes del local (...). Hace muchos años que proyectamos películas sin que se hayan producido pérdidas de vidas humanas ni daños materiales. Charlot, héroe del patín supone una amenaza para cualquier edificio, una sola jornada de proyecciones nos ha supuesto un desembolso considerable en reparaciones. Adjuntamos las facturas del yesero y del carpintero. Sería de agradecer que nos enviaran un cheque a vueta del correo".

Carta del encargado de la sala Princess Theatre de Ohio a la Mutual Film Corporation.

Chaplin era algo más que Charlot. A Charlot lo aparcó en el cine mudo, comprendiendo que Charlot no podía hablar, era mudo de nacimiento. Sin embargo, triunfó con y sin Charlot, sabiendo adaptarse al difícil cambio del cine mudo al cine sonoro. Todo un visionario, como lo demuestra el hecho de que en su gira por Europa, en mayo de 1931 (8 años antes de que comenzara la Segunda Guerra Mundial), según se nos explica en la exposición, Chaplin afirmara:

"El patriotismo es la mayor locura que ha sufrido el mundo. En estos últimos meses, he recorrido toda Europa. El patritismo prolifera por todas partes y el resultado va a ser otra guerra".

Con todo, este genio, quizás no lo fuera tanto en su vida personal y familiar. A modo de ejemplo, a pesar de ser condenado judicialmente, nunca reconoció al verdadero autor de la música principal de Candilejas, un músico español, a quien sí le pagó la indemnización establecida por el juez pero a quien nunca incluyó en los créditos finales de la película.

Son las contradicciones de los genios, que, afortunadamente, nos acercan a ellos, nos igualan. Todos somos humanos y todos tenemos algo de genio. Les dejo con uno de los vídeos que es reproducido en la propia exposición.



viernes, 18 de julio de 2008

Ratatouille, claves para conseguir objetivos imposibles III

11.- Confíe en que las cosas le van a salir bien. Después de negarse a compartir la visión pesimista de su padre, Remy, cuando éste le pregunta que hacia dónde va le responde: "Con suerte hacia delante".

12.- Sepa pedir perdón y dé las gracias, en dos palabras, sea humilde. Reconozca sus talentos y sus méritos y los talentos y méritos de los demás, aunque sean unas ratas.

13.- No finja, aparte de ser muy agotador, no lo necesita. Cuando Remy se da cuenta que es un cocinero no hay obstáculo que le detenga, solo cuando se da cuenta de qué es en esta vida, cuando sabe realmente qué quiere ser es cuando se dedica a ello en cuerpo y alma. Si no lo sabe, no se agobie, ya llegará el momento en que se dé cuenta. Remy lo dice claro a su padre: "Papa no no sé qué decir (...) no creas que prefiero esto a mi familia, no puedo elegir entre dos mitades de mi ser".

14.- Diga siempre la verdad, aunque eso implique que le den la espalda. El verdadero mérito del inexperto Lingüini es reconocer ante los demás que su éxito depende de una simple rata.

15.- Les dejo con el discurso del irascible crítico gastronómico Ego, deja un regusto fantástico:

"En muchos sentidos, el trabajo de un crítico es fácil. Arriesgamos poco porque gozamos de una posición que está por encima de los que exponen su trabajo y así mismos a nuestro criterio. Nos regodeamos en las críticas negativas que son divertidas de escribir y de leer, pero el hecho más amargo que debemos afrontar los críticos es que, a la hora de la verdad, cualquier producto mediocre tiene, probablemente, más sentido que la critica en la que lo tachamos de basura.

Pero hay veces en las que un crítico realmente se arriesga en pro del descubrimiento y la defensa de algo nuevo. El mundo es hostil para los nuevos talentos y las nuevas creaciones. Lo nuevo necesita amigos. Anoche yo viví una nueva experiencia, una comida extraordinaria procedente de alguien singularmente inesperado. Afirmar que tanto la comida como el cocinero han cuestionado mis ideas preconcebidas sobre la buena cocina, sería quedarse muy corto. Me han estremecido hasta lo más profundo.

En el pasado, nunca oculté mi desdén por el lema del chef Gusteau, "cualquiera puede cocinar". Pero me doy cuenta de que no había comprendido realmente lo que quería decir con ello. No es que cualquiera pueda ser un gran artista sino que los grandes artistas pueden proceder de cualquier lugar. Resulta difícil imaginar orígenes más humildes que los del genio que cocina hoy en Gusteau y que, en opinión de un servidor, es nada menos que el mejor chef de Francia. Volveré pronto a Gusteau, hambriento de creaciones".

Bueno, hasta aqui mi teoría. Después de tres semanas y algo más, seguro que una crítica que se puede hacer a la misma es que no estoy hablando de otra cosa sino de dibujos animados y películas, de una ficción hasta en la que una sucia y asquerosa rata puede cumplir sus sueños. No estoy hablando de algo real pero, entonces, lo que no entiendo es cómo usted, si de una simple rata de dibujos animados se trata, ha llegado a leer hasta este punto. Ya saben, inténtenlo y, sobre todo, coman bien y... !lávense las manos antes de cocinar¡, yo, mientras, estaré esperando alguna oferta multimillonaria de alguna universidad norteamericana.




domingo, 6 de julio de 2008

Ratatouille: claves para conseguir objetivos imposibles II

6.- Tenga preocupaciones reales no ficticias. Remy, en un momento dado, hambriento, se echa un pedazo de pan a la boca y se gana la bronca de Gusteau: "Remy, tú estás por encima de eso. Eres un cocinero, el cocinero guisa, el ladrón sisa, no eres un ladrón. Ya llegará la comida, Remy, la comida siempre llega para aquellos que aman la cocina". Usted a lo suyo, optimista, que ya llegará la recompensa.

7.- Tenga un conocimiento exacto de aquello a lo que se dedica, la formación antes que la devoción. Cuando Remy aparece por primera vez en la cocina del restaurante, sabe perfectamente la función de cada persona que hay allí, los instrumentos adecuados, los tiempos de cocción, sin duda, como consecuencia del aprendizaje realizado previamente viendo el programa de Gusteau. Y no desprecie a nadie, ni siquiera a quien se dedica a limpiar la cocina y sacar la basura, él también es una persona importante y, si no se le presta la suficiente atención, también puede estropear la sopa.

8.- Sea creativo y tenga la firme voluntad de arreglar las cosas. Los problemas se resuelven con imaginación. Aunque pueda parecer una insensatez, inténtelo. Lingüini, el joven e inexperto amigo de Remy, le dice: "Es
cucha, vamos a resolver esto, tú sabes cómo cocinar y yo sé cómo parecer humano". Así surge el sistema por el que, mediante el pelo, Lingüini se convierte en la prolongación de Remy en la cocina.

9.- Aproveche las oportunidades. Aunque sean pocas, inesperadas o, en realidad, sean meras encerronas. No se lamente ni se queje, haga su trabajo. Cuando el jefe de cocina encarga, por sorpresa, a Lingüini que haga una receta especial para complacer al público que exige nuevas creaciones, Remy no se amilana, está preparado y sabe que es su oportunidad, a pesar de las dificultades que se le plantean, logra, finalmente, imponer su nueva salsa.

10.- Trabaje en equipo, los éxitos son siempre compartidos, nunca fruto de una sola persona. Cuando comienzan a tener exito, Lingüini no solo no reconoce públicamente que Remy es el artífice de todo (no nos olvidemos que estamos hablando de una simple rata) sino que además se aleja de él. Por otro lado, Remy al principio desdeña al simple chico que saca las basuras, no tiene importancia, ignorando que sin él no podrá hacer realidad su sueño. Ninguno de nosotros es tan listo como todos nosotros.

La próxima semana, la tercera y última entrega con las cinco claves finales...

domingo, 29 de junio de 2008

Ratatouille, claves para conseguir objetivos imposibles I


En un post anterior, ("La gestión de lo imposible", 07-05-2008), veíamos que, a veces, lo imposible no es más que un límite mental. Ahora, he elaborado una teoría personal, la Teoría de la gestión de lo imposible, y estoy a la espera de que alguna Universidad norteamericana, Harvard o Yale, me contraten y me forre. Ello es porque acabo de ver Ratatouille y se la he regalado a mi sobrino. Me parece una película redonda y con enseñanzas que bien podríamos aplicarnos a nosotros mismos. Remy es una rata que tiene un talento, el sentido del olfato. Con ello, se plantea ser chef cuando las ratas de su manada se dedican a malcomer restos de basuras. Seamos sinceros, a priori para una rata que vaga entre la basura, como Remy, no hay objetivo más irreal y utópico que el de ser un gran cocinero, es imposible que lo logre, ¿cómo lo consigue?:

1.- No se limite, no piense que no es capaz. El leimotiv de la película es: "Cualquiera puede cocinar". Identifique qué es lo que le apasiona y dedíquese a ello con ilusión. Si es cocinar, cocine, si es navegar, navegue, si son muchas cosas las que le apasionan, empiece por una y luego por otra, de forma ordenada y hágalo siempre con pasión.

2.- Hay que replantearse la vida y saber dónde estamos. Remy así lo hace al principio de la película. Cuando sale huyendo con un libro de cocina, nos dice: "Éste soy yo. Resulta evidente que necesito replantearme mi vida un poquito. En primer lugar, soy una rata y eso complica bastante la vida". Sea realista y consciente de sus circunstancias y sus posibilidades, parta de ella para conseguir sus objetivos, no para justificar su falta de resultados.

3.- Rodéese de personas que le permitan ser ustedes mismos. Su hermano, Emile, solo piensa en comer lo primero que se pueda echar a la boca, es todo lo contrario a Remy. Nuestro protagonista, sin embargo, nos dice de su hermano: "Emile no me entiende pero con él puedo ser yo mismo". Encuentre un ámbito donde pueda ser usted mismo y donde reciba afecto, para ello nada mejor que ser uno mismo él que dé afecto a los demás y el que no juzgue a los demás. Remy, pese a tener muchos encontronazos y discusiones con su padre, encuentra en el mundo de las ratas la mejor de las ayudas para conseguir su objetivo. No porque haya buena comunicación ni comprensión, sino porque hay humildad para recibir la ayuda y afecto hacia los demás.

4.- La cocina, como cualquier otra actividad en la vida, es para quienes se atreven y lo intentan. Gusteau, el mejor chef del mundo, el modelo a seguir de nuestro protagonista, nos dice: "La cocina no es para los pusilánimes, debe ser imaginativo, decidido, inventar platos aunque no salgan, no permitas que nadie decida tus límites en función de tu procedencia, el único límite es tu alma. Lo que digo es cierto, cualquiera puede cocinar pero solo los audaces son buenos chefs".

5.- Es inevitable el fracaso porque el fracaso es parte del camino para lograr el objetivo. Tómeselo como una valiosísima lección, la única que se aprende y queda grabada. Remy no es más que una rata hambrienta y sola en una alcantarilla. Gusteau le pregunta a Remy: "¿Por qué te lamentas?".

Y Remy le responde: "He perdido a mi familia, a mis amigos y creo que para siempre". A lo que Gusteau le dice: "Si te centras en lo que dejas atrás, no podrás ver lo que tienes delante, venga sube, echa un vistazo". Así es cómo nuestro protagonista llega nada menos que a París y es que, a veces, sentimos que nos encontramos en alcantarillas ignorando que, en realidad, estamos en... !!!París¡¡¡. Así se lo pregunta a si mismo el propio Ramy sonriéndose de su propia suerte: "¿París? ¿Todo este tiempo he estado en Paris?".

La próxima semana más claves...


sábado, 21 de junio de 2008

Mezcolanzas


mezcolanza.

(De mescolanza).

1. f. coloq. Mezcla extraña y confusa, y algunas veces ridícula.


Escucho el nuevo disco del Cigala, dos lágrimas, una mezcla de ritmos, en principio, ajenos y desconocidos entre sí. Mezclas de ritmos cubanos y flamenco, mezclas hace años escandalosas y hoy en día sinónimo de éxito garantizado. Ha tenido que comecializar esta continuación de Lágrimas Negras con un periódico, algo novedoso como el propio concepto de mezclar flamenco, tango, ópera, piano cubano, el Caribe y España y con ello todo lo que se quiera añadir. Todo cabe y todo suma.


Escucho al Cigala y pienso que la mezcla es buena. Sin duda alguna, la inmigración es el más poderoso fenómeno de desarrollo y bienestar económico. En EE. UU. durante el siglo XIX millones de inmigrantes europeos (italianos, irlandeses, alemanes y de otras muchas nacionalidades) contribuyeron a que el país se convirtiera en la primera potencia mundial al tiempo que colaboraban con sus países de origen con el envío de cuantiosas remesas. En España, desde el siglo XIX hasta los años 70 del pasado siglo XX, mucha gente debió salir a ganarse la vida fuera de su país, logrando elevar el nivel de vida del país espectacularmente.


Es la historia de la humanidad, la del movimiento, no hay otra forma de poder vivir para millones de personsas. Y además ello aporta una extraordinaria riqueza también para quien se mueve. Piensen que se van a China, sin tener ni idea del idioma y salen adelante a base de montar un ultramarinos allí; si lo logran, cualquier empresa que emprendan a partir de entonces les será más fácil que tener éxito en ese primer empeño, se habrán convertido en un individuo con múltiples recursos
, dispuesto a mejorar en un entorno de muy poco comfort.. Pues eso está ocurriendo hoy en día aqui en España y es positivo.


La mezcla es buena, es cierto que al principio puede dar problemas, problemas de entendimiento, de ajuste, problemas más relacionados con la pobreza que con la cultura, problemas de lograr ligar la mezcla, la salsa, pero cuando se logra, se da un nuevo producto, una nueva realidad, mucho más rica, más completa. La mezcla es buena, y debemos estar abiertos a ella, la mezcla es buena, gracias Cigala por recordármelo.

domingo, 15 de junio de 2008

¿Cualquier tiempo pasado fue mejor o mejor cualquier tiempo pasado?

¿Cualquier tiempo pasado fue mejor o mejor cualquier tiempo una vez ya pasado?. A menudo se dice que cualquier tiempo pasado fue mejor. Es habitual oír a personas de una cierta edad reprochar a los jóvenes que ya no son cómo eran ellos. A menudo son frecuentes comentarios sobre que qué tiempos más raros nos ha tocado vivir, que si ahora en el colegio a los niños se les permiten cosas que antes eran impensables o que si los jóvenes de hoy en dia sólo piensan en divertirse, etc, etc.

Proliferan anuncios nostálgicos como el de la Coca Cola en torno a los años ochenta al tiempo que es hasta cierto punto normal recibir un correo electrónico con alguna presentación sobre los juguetes con los que jugábamos de niños (muchos mejores que los de ahora) o sobre las series de televisión que echaban (mucho mejores que las de ahora).

¿Es cualquier tiempo pasado mejor o es la nostalgia la que nos hace tener siempre una mirada amable a los tiempos ya pasados? ¿Es mejor cualquier tiempo pasado o mejor una vez pasado cualquier tiempo por el mero hecho de haber pasado? Lo cierto es que el hombre es optimista por naturaleza y siempre nos quedamos con los recuerdos buenos, no con los malos, otra manifestación más del instinto de supervivencia que tenemos.

Si preguntáramos a una persona de 80 años seguro que nos dirá que mejor cualquier tiempo pasado, reflexión fruto, sin duda, del hecho de que los tiempos suyos ya han pasado y ahora se dedica a ver la vida, sin tratar ni siquiera de adaptarse. Si, en cambio, preguntamos a un niño, probablemente nos dirá que el tiempo se le pasa de una forma extraordinaeriamente lenta y que incluso, a veces, hasta se aburre y que él lo que quiere es ser mayor.

Sin embargo, ¿cualquier tiempo pasado fue mejor?. Sinceramente, lo dudo, cualquier tiempo pasado, pasado es, cualquier tiempo futuro es una oportunidad de nuevas diversiones, de conocer a nuevas personas y tener otras experiencias, cualquier tiempo pasado supone una importante lección pero cualquier tiempo futuro constituye una nueva excusa para aprender una nueva lección.

El tiempo pasado ha de ser bien aprovechado, el tiempo futuro no puede ser malgastado, sólo así cualquier tiempo, pasado o futuro, será bueno y sólo así, estaremos en condiciones de que aún nos quede pendiente de vivir la mejor parte.

domingo, 18 de mayo de 2008

Hacer lo correcto siempre tiene un viaje de ida y vuelta

"Al límite de la verdad" (2002, de Roger Michell) es una buena película que nos habla de que hacer bien el bien siempre redunda en nuestro propio beneficio. Gavin Banek (Ben Affleck) es un joven y prometedor abogado de Nueva York, socio en un importante despacho de abogados. La vida, aparentemenete, le sonríe. Todo lo contrario que Doyle Gipson (Samuel L. Jackson), separado, con dos hijos a los que parece que va a dejar de ver por decisión judicial y siguiendo una terapia como alcohólico anónimo. Un día, cuando ambos acuden, por diversos motivos y en sus coches, al juzgado, se ven involucrados en un accidente de coche. A partir de ese momento, les suceden una serie de desgracias simplemente por escoger no hacer lo correcto, el bien, que, en este caso, simplemente consistía en darse los datos del seguro para hacer un parte.

No hacer las cosas bien, tomar atajos, puede suponer una ventaja a corto plazo. Incluso puede que no ocurra nada por no hacer las cosas bien pero al menos sea más cómodo o práctico. Sin embargo, si se opta por hacer lo correcto, si se escoge por hacer lo que se debe en lugar de decantarse por lo cómodo, si se decide hacer bien el bien a pesar de que pueda ser gravoso para nosotros mismos, esa solución, la correcta, revertirá positivamente en nosotros mismos. Lo hará quizás de una forma insospechada, difícil de vislumbrar, pero volverá a nosotros.

Lejos de caer en un mensaje moralista, lo que quiero transmitir es que debemos decantarnos por hacer lo correcto, y que eso cada uno sabrá lo que es porque tomar la decisión de hacer lo correcto pienso que está bastante relacionada con no engañarnos a nosotros mismos. No podemos adelantar el futuro para explicarnos nuestras vidas, para ver las consecuencias de nuestros actos, pero sí podemos hacer lo correcto en el presente para que nuestro futuro sea como queramos que sea. El problema es que decantarnos siempre y en todo momento por hacer lo correcto no parece que sea muy humano pero, al menos, hay que intentarlo, debemos exigírnoslo a nosotros mismos.

Formulado al revés quiere decir que, por ejemplo, no pagar una multa, defraudar a Hacienda, colarse en una cola o mil actos cotidianos más pueden no suponer nada pero también pueden significar no poder arreglar el punto kilométrico en el que en el día de mañana podamos tener un accidente de coche o que, el día de mañana, se nos cuelen a nosotros en una cola en la que, verdaderamente, teníamos prisa. Jorge Drexler lo expresa muy bien en una de sus canciones: "Todo se transforma". El estribillo dice así:

"... cada uno da lo que recibe,
luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma..."


domingo, 11 de mayo de 2008

Grùyeres


Grùyeres es uno de esos sitios que hay en el mundo en los que, cuando estás, te hacen regresar a la época en la que realmente brillaron, es de esos sitios que se quedan anclados en un pasado y sirven de postal del mismo. Grùyere es un pequeño pueblo medieval situado en el cantón de Friburgo, en Suiza.

Desde la estación del tren cuesta un poco llegar dado que está enclavado en lo alto de una colina. Es poco más de una calle peatonal que acaba en el castillo de los condes de Grùyeres. El pueblo, amurallado, se ha convertido en un tranquilo destino en mitad de los Alpes suizos, con unas vistas y paisajes espectaculares y lleno de restaurantes donde poder comer una buena raclette o una fondue de queso. Uno se siente muy a gusto allí, sin coches ni autobuses que se tienen que aparcar fuera del recinto y sin estar atestado de turistas. Uno también se siente allí apabullado por las montañas.

Poco hace falta para ser conocido en todo el mundo mientras lo que se ofrezca sea excelente y eso es lo que ocurre con este pueblo y el queso que en él se fabrica. Por más que sea simplemente una calle peatonal, Grùyeres, mejor, dicho, su queso, tiene fama mundial. Me parece increíble ser conocido en todo el mundo por un simple queso pero, cuando lo pruebas, entiendes el por qué. En cualquier caso, no os penséis que es el queso con agujeros, como nos pensamos casi todos hasta que llegamos a Grùyeres. Ése es el Emmental, otro queso suizo. Si andáis por Suiza, os recomiendo que paséis, al menos, un día en Grùyeres y os sentéis tranquilamente, sin tiempo, con calma, mirando a los Alpes, a comer queso fundido con pan. Entonces comprenderéis que, cuando se viaja, poco importa el destino, todos son interesantes, lo que importa es viajar y, por supuesto, comer.

miércoles, 7 de mayo de 2008

La gestión de lo imposible


¿Es posible gestionar lo imposible?. ¿Es factible conseguir objetivos imposibles?. Si, por definición, es imposible, ¿cómo poder lograrlos?, ¿cómo dedicar nuestros esfuerzos y energías a imposibles?. Natalie Du Toit, nadadora sudafricana de 24 años que sufrió la amputación de la pierna izquierda tras un accidente de moto en 2001, ha conseguido una plaza olímpica para los Juegos Olímpicos de Pekín al clasificarse cuarta en la prueba de 10 kilómetros de los campeonatos del mundo de aguas abiertas.

Du Toit fue golpeada, hace siete años, por un coche cuando viajaba en moto y como consecuencia sufrió la amputación de la pierna izquierda. Menos de dos años después del accidente logró acceder a la final de 800 metros estilo libre de los Juegos de la Commonwealth y se convirtió en la primera deportista amputada que lo conseguía.

Du Toit ya estuvo a punto de clasificarse para los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 cuando tenía dos piernas, unos meses antes de sufrir el accidente. "Siempre he soñado con participar en unos Juegos Olímpicos, y no he cambiado mi objetivo por haber perdido una pierna", comentó recientemente la nadadora.

Du Toit es compatriota de otro famoso deportista amputado, el atleta Oscar Pistorius, corredor de 400 metros, a quien la IAAF no permite competir oficialmente por entender que las prótesis que lleva en ambas piernas le concede ventaja en el impulso. Su caso está en manos del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).

A veces, lo imposible no es más que un límite mental nuestro. En ocasiones, lo imposible sucede y siempre, al menos, debemos estar preparados para ello.

domingo, 27 de abril de 2008

Sueños a la carta

"Sueños a la carta, S. A." era un ambicioso proyecto empresarial que, finalmente, ha tenido que echar el cierre. "Juegue la final de la NBA", "La película que siempre quiso protagonizar" o "Usted díganos qué y le diremos cómo", eran algunos de los lemas escogidos en su agresiva campaña publicitaria de lanzamiento.

Entre sus primeros clientes se contaba José del Fresno, quien por 30 euros/hora, pudo ganar la etapa reina del Tour de Francia por delante de Perico Delgado, Bernard Hinault y Eddie Merx. Mercedes Sánchez, directora ejecutiva de la firma española, nos aclara que "la idea surgió una tarde frente al Mar Mediterráneo, cuando supe que hacía falta poco para cumplir los sueños de uno mismo, era hora de emprender los sueños de otras personas". Sin embargo, el proyecto empresarial finalmente no ha cuajado porque "la gente quiere cumplir sus sueños por sí misma", nos explica la directora ejecutiva.

"Los clientes, al principio, se acercaban reacios", nos explica Juan Antonio Pozas, comercial de 37 años, pero pronto fueron muchos quienes solicitaron los servicios de la empresa. Entre los pedidos más extravagantes se encontró el de una anciana de 87 años que pidió volver al lugar donde su marido le pidió casamiento hace 56 años. "Ya me equivoqué una vez en la vida y quería tener la oportunidad de no volver a cometer el mismo error", afirmó la señora al hacer el encargo, quien, sorprendentemente, volvió a la semana a las oficinas reclamando la devolución del importe. "Volví a decir que sí", afirmó la señora que prefirió quedar en el anonimato.

Otro señor pidió desbancar un casino y, al cumplir su sueño, ha resuelto su vida al montar un conocido casino con el dinero conseguido.

La plantilla de la empresa estaba formada por 45 cazadores de sueños, personal joven y cualificado, generalmente Licenciados en Psicología y con el título del máster en "Conocimiento y gestión del sueño". Una vez, una señora nos pidió volver a tener 15 años, a la semana regresó solicitando tener de nuevo los 57 años de edad. Según decía, la escuela ya no es cómo la recordaba.

Muchas conclusiones quedan de este fallido proyecto empresarial. Una clara es que los sueños son el elemento que mueve el mundo. "La gente precisa tener proyectos e ilusiones más que conseguir sus sueños" y, en caso de obtenerlos, "mejor que sea por uno mismo y con un gran esfuerzo porque, una vez cumplido el sueño, ya estamos pensando en nuevos sueños", afirmó la directora ejecutiva el día que tuvo que echar el cierre a la empresa.