domingo, 18 de enero de 2009

¿Quiere vivir más tiempo?


¿Quiere vivir más tiempo del que debiera? A menudo vamos corriendo a todas partes como si nos faltara el tiempo, es fácil oírnos decir: "es que no tengo tiempo para nada", "entre el trabajo y la familia no puedo hacer nada más". Somos un puro error. Nos basamos en nuestras percepciones y éstas son erróneas. El mismo concepto del tiempo, que rige nuestras vidas, es una convención que nos hemos inventado nosotros mismos pero, en realidad, el tiempo no existe.

Los egipcios y los babilonios, hace unos 5000 años, se inventaron un concepto de tiempo para regular la actividad agrícola. El ciclo de la luna sirvió para inventar los meses y el paso de las estaciones para crear el concepto de años. En aquel tiempo se conocían cinco planetas que, junto con el sol y la luna, dieron lugar a los siete días de la semana.

Percibimos el tiempo a través de nuestros sentidos y eso es un reto para nuestro cerebro ya que hay partes (el oído) que recopilan la información antes que otras (la vista) y es el cerebro el que tiene que procesar toda la información que, además, no le llega a la vez. Esto hace que siempre vivamos en el pasado.

Nuestra percepción de la vida va por detrás de la realidad, el tiempo no existe, solo existe el pasado, lo que percibimos pero que ya ha pasado, a lo que hemos accedido a través de nuestra percepción. Y en todo ese proceso cerebral podemos modificar el tiempo según las circunstancias y sin que nos demos cuenta. Estudios neurológicos han demostrado que, cuando una experiencia se repite muchas veces, las neuronas encargadas de registrarla se van activando cada vez menos, como si se acostumbraran a ella y tuviesen que trabajar menos para poder representar dicha experiencia en la mente.

Así, el cerebro consume menos energía pero nos creemos que la experiencia repetida dura menos tiempo de lo que, en realidad, duró. Por eso cuando vemos una película por segunda vez nos parece más corta o un mismo recorrido nos parece más corto la segunda vez que lo hacemos.

E igual pasa con los años, a medida que nos sumergimos en la rutina de la vida diaria y nos hacemos mayores se nos pasan cada vez más rápido. Por eso cuando uno es niño los años son eternos, porque todo es nuevo y cuando uno se va haciendo mayor el tiempo vuela, cada vez la realidad sorprende menos a nuestro cerebro y activa menos las neuronas. Sin embargo, no todo está perdido ya que, de la misma manera que la repetición de experiencias acorta nuestro tiempo subjetivo, el hacer cosas nuevas lo alarga. Eso también explica que en vacaciones tengamos la sensación de que el tiempo se expande y nos da tiempo a hacer muchas más cosas o de que, al menos, los días son más intensos.

La clave está en hacer cosas nuevas todos los días si quiere activar la particular fábrica de tiempo que hay dentro de nuestra mente. Ya sabe, la peor gestión es la que no se hace así que pruebe ese restaurante que reserva para ocasiones especiales, viaje a ese país que nunca se atrevió, monte por fin en el teleférico que tanto le aterra, proponga planes novedosos a sus amistades de toda la vida al tiempo que se esfuerza por conocer nuevas personas, invente, pruebe, cree pero no se repita, no caiga en la rutina y así tendrá la sensación de haber tenido una vida larguísima por más que aún le queden muchos años por delante. En definitiva, añada vida a los años y no años a la vida si quiere vivir más tiempo.

El tiempo no existe, deja huellas como las canas o las arrugas pero no existe así que no vuelva a decir que le falta tiempo. Les dejo con el programa 20 de Redes titulado ¿qué es el tiempo?

2 comentarios:

FAH dijo...

Buen post Medina... El tiempo qué gran misterio... Un bien que no es reciclable, es el que es y se acaba. No se puede recuperar. Un hora que pasa ya no se puede recuperar. Luego podremos trabajar más, pero ésa hora ya no vuelve.

Además, el tiempo es apasionante porque es el bien más democráticamente repartido en el mundo. Todos tenemos lo mismo con independencia de estatus, dinero, raza, sexo..., o sea, 24 horas.

Decía Kipling: "Si llenas el minuto inolvidable y cierto, / de sesenta segundos que te lleven al cielo... / Todo lo de esta tierra será de tu dominio / y mucho más aún: serás hombre, hijo mío".

Salu2 hacia London.

Paco.

Pedja dijo...

Si te digo la verdad al post de tin tin le dediqué dos minutos y éste me lo he currado más, le he dedicado más tiempo y cuando dedicas tiempo a algo las cosas salen mejor pero entonces no tienes tiempo para ptras cosas, Dios mío ya me estoy estresando¡¡, gracias como siempre Paco, un abrazo