domingo, 31 de enero de 2010

No miedo.

Miedo al rechazo, miedo a la crítica, miedo a la soledad, miedo a la libertad, miedo a volar, miedo a viajar, miedo a que te deje la novia, miedo a tu pareja, miedo al jefe, miedo a estar en paro, miedo a morir, miedo a vivir, miedo a un infarto, miedo a perderse, miedo a no encontrarse, miedo a hacer lo que uno quiere, miedo a la gripe A, miedo al terrorismo, miedo al médico, miedo a las muelas del juicio, miedo a que no haya Dios, miedo a morir, miedo a hablar en público, miedo a decir "no", miedo a decir "sí", miedo a cambiar de trabajo, miedo a comprometerse, miedo a separarse, miedo a perder el avión, miedo a la oscuridad, miedo a vivir en otro país, miedo al qué dirán, miedo a la vejez, miedo al miedo. Entre tanto miedo se me pasó el tiempo para escribir este post, espero que no la vida....

domingo, 24 de enero de 2010

La proyección de Peters.

¿Alguna vez se han parado a pensar que difícil es hacer un botón?. ¿Y cómo fabricar unas tijeras?. Estamos rodeados de objetos cotidianos. Un peine, un ordenador, unos calcetines, los damos como normales pero si, de repente, apareciéramos en 1544 y nos dijeran cómo es el futuro, mucho podríamos relatar sobre las maravillas inventadas pero poco sobre cómo fabricarlas. ¿Y los mapas? ¿Se han dedicado a pensar qué difícil es hacer un mapa?. ¿Cómo representar en un papel las montañas, los ríos,  las costas, los cabos y las islas?. ¿Y todo ello en una escala y una dimensión adecuada?. ¿Cómo hacer proporcionados en un folio los kilómetros de los océanos, la distancia que va de mi pueblo al pueblo de al lado y los Pirineos en relación a los Andes?

Realmente es muy difícil hacer un mapa, de ahí que los holandeses pintaran la isla de Ceilán "tumbada" en lugar de "pie", que Colón terminara en América cuando él adonde se dirigía era a la India o que los mapas de Londres no lleguen más allá de Notting Hill... Qué difícil que es hacer un mapa.

Me llamo Arno Peters y me propuse hacer una revolución a través del mapa. Quise cambiar el mundo, no guiarme por la visión eurocéntrica de la Historia ni por la visión propia de los ricos y de los poderosos. Estoy convencido de que el Norte no es más grande que el Sur y me fijé como meta cambiar el mundo haciendo un mapa exacto de él.

El hombre siempre se ha caracterizado por dos cosas, una intentar hacer las cosas bien y la otra que las cosas que hacía siempre se podían hacer mejor. El hombre, como ser humano que es, está sujeto a errores y desde luego haciendo mapas, no podamos decir que seamos muy brillantes. Propuse cambiar el meridiano de Greenwich al estrecho de Bering, donde no se atravesara ningún país y crear 100 meridianos, no 360. En los mapas tradicionales, Groenladia, que es 14 veces menor que África, aparece con el mismo tamaño, Alaska es igual a Brasil y los continentes son de un tamaño similar. No cambié el mundo, no conseguí que el Tercer Mundo tomara conciencia de su extensión, de que nos demos cuenta de que el planeta no es exactamente como nos lo imaginamos en nuestras mentes, ni siquiera logré que los mapas cambiaran aunque, al menos, la ONU y algunas ONG´s han comenzado a utilizar el mapamundi que yo propongo. En cualquier caso, lo que es innegable es la belleza de mi propuesta:





domingo, 17 de enero de 2010

De la rutina y otros terremotos.

Llego a casa, me quito el abrigo, preparo algo rápido para comer y me siento a la mesa, enciendo la radio. Gordon Brown anuncia mayores controles de seguridad en los aeropuertos británicos y el uso de escáneres corporales, "me cago en la mar, qué rollo que es volar, más tiempo, más colas...", me digo a mi mismo. Operación salida del puente de todos los santos, sin problemas en la mayor parte de las carreteras. Sigo comiendo, siguiente noticia, 100.000 muertos en el terremoto de Haití, pasa el enfado por lo pesado que es volar, "pobre gente", me digo. Cobertura especial, primeros saqueos e imágenes del horror abriendo los telediarios.

Quien más se siente concernido hace una donación, el IBEX35 cierra cercano al nivel de los 12.000 puntos, previsión del tiempo, un frente nuboso llega por Galicia, acabo de comer, ¿qué hacemos esta tarde?. La vida se ha parado hace ya cuatro días en Haití, pero no en el resto del mundo.

Siempre me ha sorprendido cómo logramos vivir en medio del horror, ciegos a la tragedia. En una, dos o, con suerte para los haitianos, tres semanas, los medios de comunicación se habrán olvidado de refrescarnos el horror, ese horror. Volveremos a la rutina, a ver cómo dos señoras discuten porque ambas se creen con derecho a ser atendidas en la pescadería, no se dieron la vez y las dos dicen que llegaron antes que la otra. En el Mercadona hay una cola grande en la caja y yo que bajaba a comprar el pan, nunca más vuelvo, no se por qué no ponen más cajeras. Y así volvemos a nuestro quehacer diario.

Acerca de Haití y lo que estamos viendo, podríamos hablar en este post de los males del capitalismo, de este progreso excluyente e insostenible en el que vivimos, podríamos hablar de la inutilidad de los sucesivos gobiernos dictatoriales de Haití y, peor aún, de la inutilidad de los principales dirigentes de la comunidad internacional, de la hipocresía de sus discursos y de nuestras sociedades pero yo me quedo en nuestra ceguera para ver el horror.

Igual que no podemos vivir a diario pensando en que vamos a morir, no podemos vivir pensando en el sufrimiento que hay en el mundo. No es que seamos egoístas o malos, simplemente no vemos los problemas que hay en el mundo, estamos ciegos, no tenemos esa capacidad porque si no no podríamos vivir.

No es que seamos cobardes y miremos para otro lado, es que somos humanos, nos preocupamos en que nuestra vida no se detenga, que haya rutina no vaya a ser que un terremoto nos la detenga, es algo completamente lógico y normal. Esta vez no es nuestro terremoto, seremos solidarios y nos volcaremos en una ayuda internacional masiva, poco coordinada y poco eficaz pero ayuda al fin y al cabo y luego ya veremos, mañana tengo examen de físicas, no es nuestro terremoto y la vida sigue. Incluso pensamos, "yo no doy que al final no llega" y yo me digo con que llegue un céntimo de cada euro que se da ya valdría pero ése no es el tema de hoy.

El tema de hoy es que esa necesidad de rutina, esa incapacidad o ceguera para ver la realidad es el  principal escollo para que dos terceras partes de la humanidad deje de vivir en condiciones no aceptables, pero que esa misma necesidad de rutina, de esforzarse por encontrar una vida normal, por sobrevivir a pesar de todo y hacerse con una rutina y una normalidad, afortunadamente, es una de las principales herramientas que tendrán los haitianos cuando la atención de los medios de comunicación se vaya a otras noticias. Ánimo a todos los cooperantes y ONG´s que trabajan para hacer un mundo más justo ya sea con ayuda de emergencia o con ayuda al desarrollo, ellos son nuestros oftalmólogos.

domingo, 10 de enero de 2010

El señor Campaner

Ésta es la historia más maravillosa que jamás oirás. Conjuga los siguientes conceptos clave: Fátima, noma, Níger, hidrocefalia, muerte de un hijo, Tawa, egoísmo, papeles, hoteles Riu, gallinas, infartos, isla, vacuna, 3 euros, mijo, heridas que huelen mal, demonio, pozos, 160.000 euros, crisis y miedo, mucho miedo. Es una historia real. Vamos a componer el puzzle:

Yo era recepcionista en un hotel de la cadena de hoteles Riu. Con 52 años tuve dos infartos y vi la muerte muy de cerca. Los médicos me garantizaron al menos 10 años más de vida, qué curioso, cómo si eso se pudiera garantizar. Níger es el país más pobre del mundo. Existe una enfermedad, llamada noma, que en un plazo de 48 horas destroza las caras de los niños y en Níger se piensan que es una maldición del demonio.  

Tuve con mi mujer cinco hijos pero el mayor de ellos murió a causa de una hidrocefalia, no saben lo duro que es la muerte de un hijo. Un día me llamó mi mujer, me dijo: "Cariño, hemos adoptado una niña". "Bueno me dije yo". "Sí cariño pero es que es negra". "Bueno me dije yo, ya podemos hacer un anuncio de los de Benetton". Se llamaba Fátima y estaba enferma de noma. Vino a Mallorca para ser operada.

El noma no es más que una bacteria que se cría en ambientes de manutrición y falta de higiene. En Níger, la dieta básica se compone de mijo, lo que comen los pájaros en el Primer Mundo. En un plazo de 48 horas se ha comido las partes blandas del niño y le ha desfigurado por completo la cara, causando unas heridas que huelen mal. Se cura con una vacuna de penicilina que en el Primer Mundo apenas cuesta 3 euros.

Al curarse, Fátima me dijo que la acompañara, a su pueblo, en Tawa. Tras todas estas experiencias, decidí irme con Fátima, decidí dejar mi empleo en el hotel. Fui a hablar con mis jefes y me preguntaron que de qué iba a vivir. Les dije que de las cabras o de lo que fuera, ya sabemos todos que en Níger la vida es difícil. Mis jefes decidieron mantenerme el sueldo, qué curioso cómo te ayuda el mundo cuando te propones hacer lo que quieres. A día de hoy, años después, la nómina es ingresada en mi cuenta puntualmente.

Cuando llegué a la capital, Niamey, pregunté cómo ir a Tawa. tenía que coger un autobus y recorrer otros 700 km. Lo que allí viví fue inenarrable. Viajaba en un autobus atestado de personas, cosas y gallinas. Cuando llegué allí, llamé a mi mujer y le dije, "cariño vete preparando los papeles para montar una ONG que yo me quedo aqui". Nunca antes había salido de mi isla, de Mallorca.

Soy Pep Campaner, monté la Fundación Campaner y, 9 años después, hemos construido 47 pozos, una escuela, damos al menos una comida diaria a muchos niños. Mi último sueño es montar un pequeño hospital para poder operar en Níger a los niños que sufren el noma y no tener que trasladarles a Barcelona. Serían 160.000 euros, cantidad que no es fácil de conseguir en tiempos de crisis, bueno crisis en el Primer Mundo porque yo siempre vivo en crisis, en África.

Seguro que conseguiré el dinero para el hospital. La gente me pregunta que por qué hago todo esto. Me dicen si me mueven motivos religiosos. Yo les digo que no, que considero que hago lo que debo de hacer y que lo hago por egoísmo. En esos niños de Níger veo a mi propio hijo, que murió.

El mundo está lleno de noticias malas pero también de noticias buenas, mi historia es una de ellas. Considero, como les digo, que hago lo que debo de hacer aunque lo hago con miedo, con mucho miedo. Les dejo con una entrevista que me hicieron en Radio Nacional de España y con la dirección web de mi fundación:



lunes, 4 de enero de 2010

Del tiempo y otras goteras

2010, ya 2010. Un año más los mismos ritos, las 12 uvas, las campanadas, los fuegos artificiales, la fiesta, la noticia del primer niño nacido en el 2010, los primeros desastres del 2010, el concierto de año nuevo y un repetitivo y constante etcétera.

Este año, la tele puso imagenes de cómo había sido la celebración otros años, por cierto de la misma forma siempre. Este año, como todos los años, hubo la noticia de que en Australia ya se encontraban en el 2010 pero yo estaba en el 2009, qué follón. El tiempo es un invento, definitivamente, no me cuadran las cuentas, unos en una década y otros en otra, por poco tiempo, cuando nos queramos dar cuenta Australia empezará el 2020 y nosotros estaremos en el 2019, por otro poco tiempo...

Feliz 1990 y feliz 1967. Canciones, vestidos de gala, champán, y de repente nos han caído 20 años encima. Feliz 2003 y 1979, con los mismos deseos de paz y felicidad para todo el mundo y de pronto han pasado otros 37 años, sigue sumando.

El tiempo corre, mucho más que nosotros. El tiempo es ágil y rápido, mucho más que nosotros. Feliz 1987 y Feliz 1999 y siempre igual. Pasa un año y el hijo del quinto ha caído en la droga. Pasan cinco años e Isabel se casa. Pasan otros 10 años y Raquel acaba la universidad y se va al Tercer Mundo. Feliz 2009. Los vecinos del segundo son nuevos, los de toda la vida se hicieron mayores, se fueron encorvando y encorvaron tanto que ya no están. Los hijos vendieron el piso hará ya más de 15 años, ¿15 años?. Feliz 2033. Y te han caído otros 27 años, vamos por 77, ¿empezarás ya por fin tus proyectos?. ¿Irás por fin al gimnasio?. ¿Aprenderás francés, ahora que han pasado 34 años?.

Feliz 1964 y Feliz 2002. Y vuelta a empezar, hace 17 años acabé el colegio y digo bien: !feliz 2010¡, corre que el efecto 2000 pasó hace ya... !10 años¡. El tiempo corre, mucho más que nosotros. El tiempo es ágil y rápido, mucho más que nosotros así que ya solo espero que este 2010 sea el año en el que nos arriesguemos por nuestros sueños, objetivos, metas y deseos, feliz 2010 a todos.