El barrio de Belgravia es el barrio más elegante de todo Londres. Ni Chelsea Ni South Kensington pueden llegar al nivel de exclusividad de Belgravia. Grandes mansiones de ricas familias se ubican en este barrio que surge a espaldas del palacio real. Como curiosidad, la serie Arriba y Abajo se rodó en el 165 de Eaton Place mostrando la vida de una acaudalada familia y de su servicio. Curiosamente, los siriventes vivían en lo que ahora se consideran las mejores plantas de esas mansiones, las de arriba y que, durante la época en que se ambienta la serie, eran las habitaciones destinadas a vivienda de los criados.
Hoy en día, las calles están pobladas de Roll Royces, Ferraris, Aston Martins y Bentleys que duermen en sus calles, al aire libre. Así es Belgravia, poderío y despreocupación por todas partes. Paseando un día con unos familiares por esas calles, surgió el típico comentario: "qué vidas hay en el mundo", "¿por qué no nos habrá podido tocar a nosotros?".
El comentario surgió una tarde de vacaciones en Londres, con la perspectiva de ir a un musical fantástico dos horas después y tras una soberbia comida en uno de mis restaurantes favoritos y yo me pensé: "¿por qué nos comparamos?", "¿por qué nos cuesta tanto admitir que estamos muy bien tal y como estamos?, ¿que somos ya unos privilegiados por el mero hecho de tener unas capacidades, como andar, oír, oler o ver?". "¿Que aparte de esas capacidades, podemos comer todos los días, beber una cerveza fría o hablar con nuestros amigos?". ¿Por qué tiene que pasar una desgracia o algo traumático para caer en la cuenta de lo bien que estábamos?".
Indudablemente, podríamos haber nacido en Belgravia, vivir en una de sus mansiones y tener una plácida vida. Por otro lado, incluso podríamos haber sido infelices en Belgravia si fuéramos, por ejemplo, a las islas Canarias, a Lanzarote y viéramos y nos comparásemos con cómo se vive por allí. Nunca tendremos lo que queremos porque siempre queremos lo que no tenemos y, mientras sigamos en esa dinámica, no lograremos disfrutar.
Si bien nunca podremos vivir en Belgravia, aquella tarde fue mágica, continuamos andando hasta llegar al teatro donde echaban el musical, lo pasamos muy bien, cenamos en una casa fantástica, al día siguiente conseguimos desayunar e incluso han pasado unos cuantos meses en los que hemos seguido viviendo y estando muy bien. Mis queridos monos del Senegal, dejen de compararse con otros, siempre habrá alguien más alto, guapo y listo pero en lo que no les deben superar nunca en la vida es en la capacidad de disfrutar de las cartas con las que vinieron al mundo. ¿Qué piensas?
Hoy en día, las calles están pobladas de Roll Royces, Ferraris, Aston Martins y Bentleys que duermen en sus calles, al aire libre. Así es Belgravia, poderío y despreocupación por todas partes. Paseando un día con unos familiares por esas calles, surgió el típico comentario: "qué vidas hay en el mundo", "¿por qué no nos habrá podido tocar a nosotros?".
El comentario surgió una tarde de vacaciones en Londres, con la perspectiva de ir a un musical fantástico dos horas después y tras una soberbia comida en uno de mis restaurantes favoritos y yo me pensé: "¿por qué nos comparamos?", "¿por qué nos cuesta tanto admitir que estamos muy bien tal y como estamos?, ¿que somos ya unos privilegiados por el mero hecho de tener unas capacidades, como andar, oír, oler o ver?". "¿Que aparte de esas capacidades, podemos comer todos los días, beber una cerveza fría o hablar con nuestros amigos?". ¿Por qué tiene que pasar una desgracia o algo traumático para caer en la cuenta de lo bien que estábamos?".
Indudablemente, podríamos haber nacido en Belgravia, vivir en una de sus mansiones y tener una plácida vida. Por otro lado, incluso podríamos haber sido infelices en Belgravia si fuéramos, por ejemplo, a las islas Canarias, a Lanzarote y viéramos y nos comparásemos con cómo se vive por allí. Nunca tendremos lo que queremos porque siempre queremos lo que no tenemos y, mientras sigamos en esa dinámica, no lograremos disfrutar.
Si bien nunca podremos vivir en Belgravia, aquella tarde fue mágica, continuamos andando hasta llegar al teatro donde echaban el musical, lo pasamos muy bien, cenamos en una casa fantástica, al día siguiente conseguimos desayunar e incluso han pasado unos cuantos meses en los que hemos seguido viviendo y estando muy bien. Mis queridos monos del Senegal, dejen de compararse con otros, siempre habrá alguien más alto, guapo y listo pero en lo que no les deben superar nunca en la vida es en la capacidad de disfrutar de las cartas con las que vinieron al mundo. ¿Qué piensas?
11 comentarios:
gracias por el post. Como sabes, muchas veces he dicho que uno de los secretos de esta vida está en no mirar demasiado a los lados y tener la vista puesta al frente.
En mi experiencia, he conocido a gente de los más diversos estatus y condiciones (deportistas de élite, directivos, políticos...) y una de las conclusiones más evidentes es que "en todo los lados cuecen habas".
¿Qué piensas del futbolista que gana 6 millones de euros netos y no puede dar un simple paseo por el parque de El Retiro y tiene que ir de casa al entrenamiento y del entrenamiento a casa porque no le dejan los aficionados tranquilos?
¿Qué piensas del expatriado que vive en Dubai o Nueva York pero que añora tanto la comida y el clima?
¿Qué piensas de ese rico adinerado de Belgravia que no se habla con sus hijos y su mujer tiene otro amante?
And so... Mi recomendación es: Educar la mirada para descubrir lo positivo que se esconde en donde nos ha tocado vivir. Hay un dicho que me gusta que dice: "Donde Dios te ha puesto allí has de florecer"... Lo comparto 100%
abrazos pedja.
Gracias Paco por el comentario, mucho mejor que el post en sí. Fantástica cita, tienes una capacidad increíble para coger la cita adecuada en el momento oportuno, bueno capacidad que entrens leyendo mucho.
Efectivamente, en todas partes cuecen habas y nuestra obligación es florecer, muy bien expresado, gracias, abrazos y nos vemos en breve¡¡¡.
Buen e interesante Post Pedja. Estoy de acuerdo contigo "comparar" no lleva a nada y menos a disfrutar de la vida. La vida de los demás nunca será tu vida aunque vivieses en Belgravia u otro lugar.
Como cita Francisco hay que florecer allí donde te han puesto.
Un abrazo.
Gracias Fernando por tu participación¡¡. Cuánto tiempo perdemos en lugar de centrarnos en nuestras cosas, un abrazo¡.
...No nos damos cuenta lo afortunados que somos, hasta que algo malo ocurrre, y despertamos...
No nos damos cuenta de la suerte que tenemos, hasta que la perdemos...
Invito a no esperar hata ese dia...
Porque si estas leyendo esto, estas vivo, estas respirando, y ademas tienes ojos para ver el mundo, y eso ya es tener muuucha suerte...
Gracias x tu blog...
Gracias por tu participación, efectivamente que afortunados fuimos hoy y mañana seguro que también, un saludo
Saludos por aquí. Leyendo este post recordé una frase que siempre tengo presente cuando viajo: El hogar está en tu interior.
Si estás bien contigo mismo, vivas donde vivas te sentirás como en casa allí donde vayas.
Una de las cosas que más me gusta hacer es viajar, y sin querer me imagino mi vida viviendo en ese lugar. Pero al cabo de los días siempre estoy deseando llegar a mi casa. Da igual la ciudad donde vivas porque lo realmente importante es disfrutar de un hogar.
Mi hogar, mi casa, es uno de los lugares donde mejor me siento y se que ésto es una suerte.
@pilardepiedra. ¡qué gran frase!: "El hogar está en tu interior"... Conozco gente que ha huido de su entorno, de su gente, de su trabajo... y seguían igual de mal. ¿Por qué? Porque el problema eran ellos mismos, no se querían. No hay nada peor en esta vida que no soportarte a ti mismo. salu2.
Gracias Pilar por participar. Totalmente de acuerdo con la frase, muy buena. Y hace falta muy poco para estar bien con nosotros mismos. Cada uno elige si machacarse o tirar para adelante, yo hace tiempo que decidí tirar para adelante, un saludo.
Me ha encantado, Pedro. Expones verdades como puños. Y grandes los comentarios de todos al post.
Un fuerte abrazo
Gracias Fernando y bienvenido al faro, un abrazo¡¡¡
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