domingo, 28 de marzo de 2010

De la economía y otras inexactitudes.

No sé mucho de economía pero me da la impresión de que poca gente sabe realmente de esta ciencia inexacta, como todas las ciencias por cierto. Sin embargo, como tener un blog supone un ejercicio de narcisismo, de soltar opiniones y consejos gratuítamente, como tener un blog no deja de ser un cierto ejercicio de periodismo, hoy os voy a explicar qué es la economía, como si yo supiera de ello, insisto.

La economía es cuando un empresario ruso llega al único hotel del pueblo y le dice al recepcionista:

"Tome 200.000 euros, voy a alquilar el hotel entero por una semana. Lléveme a ver las instalaciones por favor". 

Durante su visita, el director financiero del hotel aparece por la recepción, ve el dinero y se dice.

"Hombre, por fin, dinero para pagar a nuestros proveedores". 

Coge los 200.000 euros y se va por el pueblo pagando al carnicero, al pescadero, al frutero, al de la empresa de la limpieza y al resto de proveedores. A su vez, todos estos empresarios, como se ven con dinero, comienzan a pagar sus deudas. Resulta que todos ellos, como es el único hotel del pueblo, acudían allí, asiduamente, a espaldas de sus mujeres (qué elegante me ha quedado), por lo que empiezan a pagar, a su vez, las deudas al hotel. A todo esto, el empresario ruso que estaba visitando el hotel, no queda muy convencido y se va recogiendo el dinero de la recepción. En realidad no ha pasado nada, pero todo el mundo ha saldado sus cuentas. A todo esto, luego vendran un conjunto de afamados economistas a explicar lo que ha ocurrido en el pueblo. Para los keynesianistas, resultó vital la participación del empresario ruso. Para los liberales, lo crucial sería el libre juego que hubo en el mercado. Para los comunistas, simplemente que el empresario, ruso por cierto, compartiera su dinero con los explotados del pueblo y así mil y una teorías y escuelas, mil y una opiniones sobre las inexactitudes.

Esta semana se ha aprobado en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley por la que se reformará la Ley 3/2004 sobre morosidad en las operaciones comerciales, con el fin de obligar a las Administraciones a pagar en el plazo máximo de 30 días. Por lo visto, las Administraciones tardan en pagar una media de 140 días en el caso del Estado, 150 en el caso de las CC. AA y la friolera de 238 días si hablamos de los Ayuntamientos. No hay empresario que resista eso si no es un santo. Esta proposición me parece una de las mejores medidas que se pueden adoptar en este tiempo de crisis, por encima de cumbres del G-20, rescates de entidades financieras o subidas de impuestos. Dejo a los economistas que opinen, como dije no tengo idea de economía pero para mi que la economía es algo inexacto, que funciona a base de confianza entre las personas y que es muy bueno que paguemos las facturas que debemos.

2 comentarios:

Fernando López dijo...

Hola Pedja:

Conocía la historia del ruso y siempre me ha parecido magnifica. Coincido contigo en que la aplicación real de esa proposición de ley activaría bastante el mercado. En mi caso, son varios los ayuntamientos con los que tengo problemas por esa forma tan particular que tienen de saltarse los pactos y contratos. AHora, si es al revés, si dejas de pagar a la administración o te retrasas se te cae el pelo.

Asi que me sumo a esa iniciativa que me parece buena.
Un abrazo

Pedja dijo...

Querido Fernando,

Gracias por participar y absolutamente de acuerdo, la Administración pública no es un mal cliente por dos motivos:

1.- No hay un cliente malo.
2.- Es un cliente seguro, que aunque paga tarde, paga.

Sin embargo, no es justo que la manga ancha sea siempre para ella y la estrecha para las empresas. Debe haber igualdad en el trato, un abrazo y gracias.