sábado, 1 de marzo de 2008

29 febrero 2008

Ayer fue 29 de febrero de 2008, una fecha extraña, irreal, inexistente salvo cada cuatro años. Ayer 29 de febrero se me ocurrió que nos pensamos con tiempo, nos pensamos fuertes, pero somos mortales y frágiles.

Se me ocurrió que el tiempo que no usamos se escurre entre las manos y que las cosas que podían haber sucedido realmente no lo han hecho, ¿qué ocurre con ellas?. Nos pensamos con tiempo. Sin embargo, todo tiene un coste, si decidimos hacer algo dejamos de hacer otra cosa, si decidimos no ir a un sitio para ir a otro, no sabremos qué cosas nos podrían haber sucedido de haber decidido ir al primer destino. Nos pensamos con tiempo. Cuántas veces nos oímos decir que cuando tenga tiempo o cuando me jubile voy a hacer, voy a ir, voy a ... sabedores de que lo único que nos deja ese tipo de intenciones son ilusiones y esperanzas porque sólo sabemos lo que podemos hacer ahora, en este instante, ya, justo y precisamente en este momento... Nos pensamos con tiempo pero eso no nos debe servir como angustia sino como un recordatorio de que hay muchas cosas que hacer en la vida. Nos pensamos con tienpo y no lo tenemos pero tampoco se preocupen, todo esto lo pensé ayer, 29 de febrero de 2008, un día que no existió salvo cada cuatro años.

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