La plaza del mercado, una de las más grandes de Europa justifica la visita a la ciudad. Aparte, el castillo y la colina Wawel, multitud de iglesias y edifcios históricos, calles peatonales, la barbacana y las murallas defensivas, los paseos por el río Vístula o el barrio judío...
En Cracovia, de ambiente universitario, se puede vivir de día y de noche. Un erasmus allí debe ser aboslutamente recomendable y para comer, pierogis, buenísimos, en cualquier restaurante de la misma plaza. Cada hora se escucha el toque del reloj de la Iglesia de Santa María que también se encuentra en la plaza y que es un homenaje a un campanero que murió en acto de servicio. Os recomiendo también la comida de los puestos que hay en la plaza del mercado.
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